La “pregunta del millón” que se hacen hoy en los equipos de consultores del kirchnerismo es cuánto “efecto Trump” puede tener la confirmación de la condena a seis años de cárcel por corrupción de Cristina Kirchner: Donald Trump, con una sentencia firme en la causa por el soborno a la actriz porno “Stormy” Daniels y otras tres causas abiertas que van desde insurrección e interferencia ilegal en las elecciones hasta sustracción de documentos públicos confidenciales, fue electo presidente y con un resultado inapelable.
¿Podría mejorar la expresidenta sus chances de volver a la Casa Rosada montada en una “ola” trumpista por más que el presidente norteamericano represente a la derecha y ella, a la izquierda y el chavismo latinoamericano?
Leé también: Coincidencia entre Donald Trump y Javier Milei: las encuestas revelaron una nueva grieta de los sexos
Después de todo, el presidente brasileño “Lula” Da Silva ya sentó un precedente: fue sentenciado por un caso de corrupción y tuvo que ir a prisión durante el gobierno del derechista Jair Bolsonaro. Volvió con toda la gloria electoral al Palacio del Planalto.
La pregunta entusiasma al kirchnerismo desde que el sorprendente triunfo electoral de Trump coincidió en la misma semana en la que un tribunal de Casación confirmó la condena a seis años de cárcel para la expresidenta por corrupción: una alternativa que aterra a la vez a muchos otros argentinos que no quieren saber nada con volver a ver a la expresidenta en el Sillón de Rivadavia.
Qué dicen las encuestas y los encuestadores
Un sondeo entre expertos en comunicación tranquiliza al segundo grupo: casi dos tercios de un panel de 90 encuestadores, consultores y profesionales de comunicación política y empresaria creen que “el caso de Cristina Kirchner es distinto del de Lula o Trump, y el fallo la aleja del poder”. La encuesta, realizada la semana pasada por la revista Imagen, arroja que apenas un cuarto de los profesionales consultados en ese panel por ese medio especializado en comunicación cree que “como a Lula o Trump, la nueva instancia condenatoria mejora sus chances políticas”.
Uno de los participantes de esa encuesta fue Carlos Fara. El consultor político y encuestador coincide con la mayoría de sus colegas y sostiene que el fallo no le quita ni le resta: “Cristina Kirchner ya amortizó el costo de sus problemas judiciales”. Según Fara, el público que ya tiene la expresidenta mantiene dos posiciones y no las va a cambiar: “Están los que sostienen que esto es todo un invento del gobierno y los medios, y están los que justifican que todos los políticos roban, y Cristina también, pero por lo menos ella hizo algo por nosotros”.
Para Fara esto no va a cambiar, pero enseguida aclara: “Esto también le solidifica el techo electoral bajo de Cristina”, aunque recuerda que en 2019 pudo volver parapetada detrás de la figura de Alberto Fernández, y ya por entonces sus causas estaban en trámite en la Justicia.
Otro de los participantes del panel, Gustavo Koniszczer, es CEO regional de la consultora de branding FutureBrand. Es creador y “resucitador” de marcas como pocos y también cree que “la marca “Cristina” necesita ofrecer evidencias (en inglés “reasons to believe”, razones para creer) para que la audiencia principal que le brinda apoyo siga convalidando su posicionamiento”.
Para el experto en branding, la condena puede funcionar como la “reason to believe”, según la jerga del marketing. “El posicionamiento es mostrarse como víctima de proscripción y persecución, y la audiencia es su base electoral del conurbano”, explica. Igual que Fara, cree que “este storytelling no pareciera que pueda convencer a nadie más por fuera de ese núcleo duro”.
El núcleo duro
Quizás la segunda “pregunta del millón” sea cuánto pueda crecer ese núcleo duro de Cristina Kirchner. En los últimos meses, los encuestadores vienen midiendo curvas sorprendentemente favorables para la expresidenta: Fixer, por ejemplo, muestra una curva de imagen negativa que tuvo un “pico” de 60 por ciento en contra a mediados de año y que desde entonces no para de bajar. En octubre, llegó a 52, mientras que la positiva subió en ese lapso de 35 a 41 por ciento. La serie de largo plazo de esa consultora muestra que tuvo el año pasado su pico más alto en 68 por ciento de imagen negativa, con un “bajón” de apenas 25 por ciento de positiva. La “brecha” de imagen que superó los 30 puntos, ahora se reduce a 9.
Para Zuban-Córdoba, la peor medición del año de la expresidenta se dio en abril, con 64 por ciento de negativa contra 35 por ciento de positiva, y bajó paulatinamente hasta octubre con 54 de negativa contra 45 de positiva: también a 9 puntos del “empate”.
Los números de Opina Argentina son menos clementes con la expresidenta: 58 por ciento de negativa contra 41 de positiva, con una recuperación, pero algo más tenue.
Queda claro: la imagen de Cristina Kirchner sigue siendo mala bajo cualquier punto de vista, pero hoy es bastante menos mala que hace un año.
Para Carlos Fara, la imagen no es tan trascendental a la hora de votar, y, por eso, no se puede descartar un triunfo electoral de un candidato con mala imagen. “Una elección no siempre se define por cuánto me guste un candidato, sino por opciones concretas”, explica. A Donald Trump le zumban los oídos.
El caso Milei
El propio presidente Javier Milei vive en carne propia ese fenómeno de líder con problemas de imagen, pero buenas chances electorales: tres de los cuatro datos clave que miden los encuestadores le están dando cada vez mejor en las encuestas. Según la última medición de D’Alessio IROL-Berenzstein, nunca la gente evaluó mejor su situación económica contra el año anterior desde que asumió Milei: de 11 por ciento favorable subió a 42 por ciento, y la negativa cayó de 89 a 56 por ciento.
También mejoraron las expectativas para el año próximo, de 38 a 48 por ciento. El dato clave de la aprobación de la gestión se mantiene estable en un virtual “empate” a pesar del brutal ajuste que aplica el gobierno.
Pero Miei es un “bicho” tan raro para los analistas de imagen como la propia expresidenta Kirchner. Hay un dato en el que tampoco le va tan bien al libertario y es en su imagen: en contra de la tendencia al alza de Cristina Kirchner, y a pesar de sus buenos valores de aprobación de gestión y expectativas, el Presidente encontró en octubre un pico de imagen negativa en 55 por ciento y un mínimo de 41 por ciento de imagen positiva: ¿Es razonable que Milei esté empatando en imagen con Cristina Kirchner?
Leé también: Milei vuela a Florida con viento a favor, mientras Cristina Kirchner la rema con un peronismo a contramano
“Al final todo va a depender de cómo le vaya económicamente al gobierno de Milei”, dice uno de los participantes del panel.
Las encuestas electorales ya le empiezan a “sonreír” a Cristina. Como La Libertad Avanza todavía no acordó con el PRO una alianza electoral para las legislativas del año próximo, si ambas fuerzas van separadas, una muy probable candidatura a diputada por la provincia de Buenos Aires la da ganadora, según la encuestadora CB. Solo en el hipotético escenario que al final lleguen a un acuerdo la fuerza fundada por Mauricio Macri con la de Javier Milei, Cristina Kircher podría no conseguir el “relato” de que regresó de su condena “con gloria”.