Valeria Mazza y Alejandro Gravier fueron, una vez más, los perfectos anfitriones de la XVII Gala a beneficio del área de Pediatría del Hospital Universitario Austral, del cual la top model es madrina. Como siempre, contaron con el apoyo incondicional de sus cuatro hijos, Balthazar (el fin de semana viajó desde España, donde vive, para dar el presente), Tiziano, Benicio (que asistió junto a su novia, Lola Malm Green) y Taína, además de diseñadores, modelos, empresarios y personalidades de la cultura y del espectáculo que se dieron cita este lunes a las 20:30 en el Palacio Duhau Park Hyatt Buenos Aires. “Es una felicidad enorme que me acompañen mis hijos, un montón de amigos y toda la gente que año a año se suma a esta causa. Ya hemos creado un legado de amor y solidaridad”, expresó Valeria en diálogo con ¡HOLA! Argentina.
La velada comenzó con un cóctel de bienvenida en el que se sirvieron empanadas de queso brie, chipá con alioli y minihamburguesas, entre otros finger food. A las 22, Mirtha Legrand hizo su entrada triunfal –escoltada por Héctor Vidal Rivas– y se acomodó en la mesa principal junto a Mauricio Macri y Juliana Awada. Mientras el resto de los trescientos invitados ingresaban al salón –donde degustaron como plato principal compresión Wagyu, cremoso de calabaza noisette, calabaza en almíbar de canela y vegetales orgánicos–, el actor y músico Máximo Meyer se subió al escenario para el primer número musical de la noche en solitario, al que luego le siguió la canción “Algo de luz” junto a sus compañeros de elenco de Casi normales. A continuación, Iván de Pineda se hizo cargo del micrófono como host de la gala, pidió un fuerte aplauso para Chiquita por su asistencia perfecta al charity organizado por la familia Mazza-Gravier y dio a conocer el objetivo de la noche: recaudar 100 mil dólares para la compra de un equipo destinado a la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos.
“Me emociona mirar atrás y pensar todo lo que logramos en estos diecisiete años”, dijo la anfitriona, que agradeció a los médicos, las enfermeras y los trabajadores del hospital por su arduo trabajo, así como a los que aportan su granito de arena con su presencia en la gala que se celebra cada año. “También quiero agradecer a mi Ale, que siempre está. Somos un gran equipo y grandes organizadores de galas, y lo que más nos enorgullece es la familia que tenemos. Ver a nuestros hijos, que cuando eran chicos los teníamos que arrastrar para que vinieran, y que hoy nos acompañan por elección porque entendieron el valor de la solidaridad”, concluyó la anfitriona.
Más tarde, mientras el postre –un exquisito financier de pistacho y lima– circulaba por las mesas, Iván de Pineda retomó la palabra para moderar las subastas. La primera fue un cuadro del artista mendocino Daniel Genovesi que el empresario Mauricio Filiberti se llevó por 11 mil dólares. Miguel Zarzur adquirió la experiencia Gala Starlite de Marbella por 10.500 dólares, y Juan Nápoli se quedó, por 10 mil dólares, con una camiseta de la selección argentina firmada por Julián Álvarez. Eso, sumado al valor de las mesas y los tickets que se vendían por cien mil pesos cada uno, permitió alcanzar los 270 mil dólares. “Con el excedente de lo recaudado vamos a iniciar una nueva era del área Materno-Infantil del hospital”, exclamó Valeria, orgullosa por haber superado el objetivo de la velada. Cuando el reloj marcó la medianoche, Fer Dente se apoderó del escenario para interpretar “Mariposa tecknicolor”, y luego invitó a Taína Gravier para hacer juntos la versión de Nathy Peluso de “Vivir así es morir de amor”, el hit de Camilo Sesto. El resto de los integrantes de la familia Mazza-Gravier se sumó para cantar “Color esperanza” y coronar así una noche exitosa.