El linfedema no es una enfermedad rara pero tampoco muy conocida pese a que casi un millón de españoles la padecen (y unos 200 millones de personas en todo el mundo). Se trata de una inflamación. Cuando el sistema linfático no funciona bien provoca una hinchazón por acumulación de lÃquido en los tejidos blandos del cuerpo, normalmente brazos y piernas.
El sistema linfático es una amplia red de drenaje que ayuda a mantener en equilibrio los niveles de lÃquido corporal y defiende al cuerpo de las infecciones. Lo forman una red de vasos linfáticos que depuran y transportan por todo el cuerpo la linfa (que contiene los linfocitos que combaten las infecciones y la formación de tumores).
Cuando existe un daño del sistema linfático, la capacidad de transporte se ve alterada y no puede absorber ni transportar la carga linfática que se produce en valores normales, explica la Asociación Madrileña de Afectados de Linfedema y Lipedema (AMAL). Se produce asà la acumulación excesiva de lÃquido, es decir, el linfedema.
Esta enfermedad afecta principalmente a los brazos y piernas, aunque también puede darse en la pared torácica, el abdomen, el cuello y los genitales, detalla la Federación Española de Asociaciones de Linfedema y Lipedema (FEDEAL). Es más frecuente en mujeres que en hombres.
El linfedema puede resultar muy molesto para quien lo padece. Sin embargo, según la ClÃnica Universidad de Navarra, con los tratamientos adecuados, el 95% de los pacientes presenta mejorÃa, que es excelente en casi un tercio de los casos.
El riesgo de los pacientes de cáncer
De acuerdo con su origen, se distinguen dos tipos de linfedema, el primario y el secundario. El primario es una enfermedad poco frecuente y menos conocida. Es más conocido el secundario, que puede derivarse de tratamientos de ciertos tipos de cáncer.
Las personas con mayor riesgo de sufrir linfedema son pacientes de cáncer a los que se han extirpado ganglios de la axila o de la ingle y pacientes de cáncer que han recibido tratamientos de radioterapia en axila o ingle y que desarrollan esclerosis ganglionar.
Un ejemplo de la relación linfedema-tratamiento de cáncer son las casi 11.000 españolas sometidas cada año a una mastectomÃa. Según el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas en España, un 30% de ellas padecen luego un linfedema. Esta enfermedad no tiene cura, pero, precisamente, la fisioterapia puede ayudar en la prevención y/o retraso de su aparición y en su tratamiento.
El linfedema al desnudo y en fotografÃas
Por primera vez, una asociación de pacientes ocupa el Ilustre Colegio de Médicos de Madrid con una muestra. Es ‘El linfedema al desnudo’, una exposición fotográfica fruto de la labor de AMAL. Se inaugura el próximo 29 de noviembre y estará abierta al público hasta el 8 de enero de 2025.
Más allá de visibilizar el linfedema, la muestra ofrece una mirada sincera de quienes conviven con esta enfermedad crónica. Pacientes de todas las edades muestran con valentÃa y naturalidad la asimetrÃa de su cuerpo. «A medida que los flashes se encendÃan, nos sentimos más fuertes, como nunca antes, y dejamos ver no solo nuestro cuerpo, sino también nuestra alma, libre de juicios y señalamientos», relatan.
La exposición consta de 13 fotografÃas en gran formato, las mismas que integran el calendario solidario que AMAL lanza por primera vez este año, cuya venta contribuirá a recaudar fondos para sus actividades.