No habrá más defensa de su corona para Magnus Carlsen en este Mundial de Ajedrez Rápido: el jugador noruego abandonó la competición este viernes tras ser castigado por infringir el código de vestimenta al llevar vaqueros durante sus partidas. «Mi paciencia se ha agotado. Pueden hacer cumplir sus reglas, está bien, pero yo me voy. Que os jodan«, señaló el cinco veces campeón del mundo.
Así se expresó el ajedrecista en el portal Take Take Take tras criticar que «la FIDE [Federación Internacional de Ajedrez] ha ido tras los jugadores» con el objetivo de evitar que firmen por el Chess Tour Freestyle, un formato de competición en el que se sortea la disposición de las piezas, mediante «amenazas con que no podrían competir en el circuito del Campeonato del Mundo».
«Mi paciencia se ha agotado. Pueden hacer cumplir sus reglas, está bien, pero yo me voy. Que os jodan», sentenció el noruego, después de explicar que había recibido, primero, una multa y, más tarde, un aviso para que se cambiase de ropa en esa misma jornada, algo que se negó a hacer y que terminó con su no emparejamiento para la novena partida.
«Les dije que me cambiaría los pantalones mañana, porque ni siquiera me había dado cuenta, pero me dijeron que tendría que ser ahora [antes de tercera ronda] y se convirtió en una cuestión de principios para mí«, explicó Carlsen. «Soy demasiado mayor a estas alturas para preocuparme mucho por estas cosas, si eso es lo que quieren. Creo que es una cuestión de las dos partes, nadie ha querido recular y aquí estamos. Está bien por mi parte. Probablemente, tenga que ir a algún sitio donde el tiempo sea más agradable que aquí, en Nueva York».
La FIDE, por su parte, ha recordado a través de un comunicado que su reglamento para los Campeonatos Mundiales de Ajedrez Rápido y Relámpago, incluidas las que se refieren a la vestimenta, «están diseñadas para asegurar el profesionalismo y la equidad para todos los participantes».
«Hoy, el señor Magnus Carlsen violó el código de vestimenta al usar jeans, que están explícitamente prohibidos bajo las regulaciones de este evento», señala al organismo, por lo que el árbitro sancionó al ajedrecista con 200 dólares y «le pidió que cambiara su vestimenta». Tras su negativa, el noruego «no fue emparejado para la novena ronda».
El CEO de la Federación Internacional de Ajedrez, Emil Sutovsky, también ha aclarado que «la FIDE no prohibió a Magnus participar en el torneo», sino que simplemente «no fue emparejado en la ronda nueve», y que «puede continuar mañana [por hoy]». Además, ha señalado que aunque «le dimos a Magnus tiempo más que suficiente para cambiarse», él decidió no hacerlo porque, «como él mismo dijo en su entrevista, se convirtió en una cuestión de principios para él».
Sutovsky, que recalcó que «las reglas son aplicables a todos los participantes» y mostró su apoyo al árbitro principal, lamentó «la situación que se produjo» y dejó claro que «la FIDE acogió muy bien a Magnus y su familia, y nunca quisimos que estallara».
Carlsen, que había arrancado mal el torneo y ocupaba la posición número 41, no solo no ha continuado en el torneo sino que, además, y salvo solución improbable, tampoco estará entre los aspirantes del Mundial de partidas Relámpago que tendrá lugar los días 30 y 31.