Publicado: septiembre 4, 2025, 11:27 am
Los betabloqueantes son un medicamento de uso común en el tratamiento de las afecciones cardíacas, y específicamente se usan a menudo en pacientes que han sufrido un infarto. Después de que un estudio recientemente publicado haya puesto en tela de juicio esta aplicación, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) ha querido pronunciarse al respecto y pedir cautela a la hora de interpretar dicho trabajo.
Así lo afirman en un comunicado, en el que en primer lugar reconocen que «los resultados del ensayo internacional REBOOT aportan información útil y podrían suponer una mejora sobre el uso de los fármacos betabloqueantes tras el infarto agudo de miocardio». Sin embargo, también recuerdan que «este ensayo no modifica las recomendaciones sobre el uso de betabloqueantes en pacientes con una fracción de eyección del ventrículo izquierdo (FEVI) reducida (≤ 40%), pues su uso está bien establecido por las guías y diferentes estudios».
Un estudio que debe ponerse en contexto
Los resultados de los ensayos deben interpretarse con cautela y prudencia», prosiguen. «Un único estudio, aunque sea amplio y de calidad, no invalida años de experiencia clínica y debe contrastarse con otros ensayos, con la evidencia acumulada a lo largo de los años y con la seguridad de cada paciente».
Y añaden: «Aunque se trata de un ensayo muy relevante es importante contextualizar sus resultados ya que se centra en un grupo concreto de pacientes: personas con infarto de miocardio no complicado, sin antecedentes de insuficiencia cardíaca y con una FEVI mayoritariamente preservada».
Teniendo en cuenta todo esto, inciden en que los betabloqueantes siguen siendo parte del tratamiento estándar en pacientes con insuficiencia cardíaca en con FEVI reducida, angina, fibrilación auricular, infarto de miocardio con complicaciones y determinadas situaciones de hipertensión arterial con frecuencia cardíaca elevada.
«Deben ser los profesionales médicos quienes decidan»
Respecto a la idoneidad para cada paciente, SEMERGEN defiende que, «en base a toda la evidencia disponible», deben ser los profesionales médicos de Atención Primaria u Hospitalaria quienes decidan individualmente cómo actuar en cada caso. Las sociedades científicas realizan propuestas para actualizar las recomendaciones recogidas en las guías clínicas internacionales, pero hasta que esto ocurra, los tratamientos que se siguen en la actualidad para el abordaje de las enfermedades cardiovasculares siguen siendo válidos y seguros.
Por otra parte, insisten en la importancia de trasladar la evidencia científica sin generar alarma ni confusión en la población general: «La divulgación de resultados de ensayos clínicos debe realizarse siempre en un contexto clínico adecuado, subrayando que las conclusiones de un estudio en ningún caso implican la suspensión inmediata o indiscriminada de un tratamiento». Estos cambios en la medicación deben realizarse únicamente bajo indicación y valoración de un médico.
«Los medios de información general deben jugar un papel fundamental en la transmisión de mensajes claros y equilibrados», aducen, «y evitar generar inquietud innecesaria entre los pacientes, que tras recibir ciertos mensajes en medios de comunicación suelen acudir de manera alarmada a los centros sanitarios».
Sobre el ensayo REBOOT
En cuanto a las conclusiones del estudio REBOOT, declaran que «mostró que el uso o no de fármacos betabloqueantes en pacientes dados de alta después de una intervención invasiva por un infarto agudo de miocardio con una FEVI > 40% y sin antecedentes de insuficiencia cardíaca, no ofrecía diferencias significativas en cuanto al objetivo primario combinado de reducción de mortalidad por cualquier causa, reinfarto u hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca».
También, desarrollan que «en el subgrupo preespecificado de pacientes (11,6 %) con FEVI levemente reducida (entre 41% y 49%), la terapia con betabloqueantes tendía hacia una reducción de mortalidad por cualquier causa, reinfarto u hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca. El beneficio potencial del uso de los betabloqueantes en este subgrupo de pacientes ya fue sugerido por otros metaanálisis».
«En el subgrupo preespecificado de mujeres (19,3%)», continúan, «la terapia con betabloqueantes se asociaba con un aumento del objetivo primario. Este hallazgo no se observó en el ensayo REDUCE-AMI. Por el contrario, los resultados del reciente metaanálisis, que incluía al presente ensayo REBOOT junto con los ensayos BETAMI, DANBLOCK y CAPITAL (1885 pacientes), mostraron una tendencia de un 27% de mejora de riesgo del objetivo primario con el uso de betabloqueantes en el grupo de mujeres con FEVI levemente reducida».
Referencias
SEMERGEN (2025). Comunicado de SEMERGEN sobre el ensayo REBOOT y el uso de betabloqueantes post-infarto de miocardio. Consultado online en https://semergen.es/?seccion=sociedad&subSeccion=detalleNoticia&idN=2925 el 04 de septiembre de 2025.