Publicado: septiembre 8, 2025, 11:27 am
Se acaba el verano, las mochilas están listas, los uniformes preparados y llega ese momento que mezcla ilusión y nervios: la vuelta al cole. Pero, para muchos padres —sobre todo si es el primer año de guardería o infantil—, lo que de verdad empieza es una auténtica montaña rusa de mocos, tos y visitas al pediatra.
Porque sí: el primer año de escolarización es el año en el que los virus parecen haberse confabulado para hacer prácticas intensivas en casa.
Primer año de escolarización: el “maratón” de mocos
Cuando un niño empieza a ir a la guardería o al colegio, entra en contacto con decenas de niños más, cada uno con su propio repertorio de virus. Su sistema inmune todavía está en fase de “entrenamiento”, así que cada catarro, gastroenteritis o conjuntivitis es una especie de clase acelerada para aprender a defenderse.
Lo habitual es que tengan entre 8 y 12 infecciones respiratorias al año, muchas de ellas encadenadas. De hecho, puede dar la sensación de que salen de un catarro para entrar en el siguiente. Esto es normal y, aunque desesperante, suele mejorar notablemente en el segundo año y mucho más en el tercero.Los siguientes años: menos enfermedades y menos intensidad
Tras ese primer año de “inmersión vírica”, el cuerpo ya ha pasado por muchas de las infecciones típicas de la infancia. Por eso, en los cursos siguientes los episodios suelen ser menos frecuentes y menos graves. No quiere decir que no se vayan a poner malos, pero sí que las familias empiezan a tener un poco más de respiro.
Las enfermedades más frecuentes en la vuelta al cole
Lo que más vamos a ver en estos meses es:
- Infecciones respiratorias altas: resfriados, faringitis, otitis.
- Gastroenteritis víricas: sobre todo en los meses de otoño.
- Conjuntivitis: muy contagiosas, especialmente en guarderías.
- Enfermedades exantemáticas: varicela (si no están vacunados), boca-mano-pie, escarlatina…
Cada niño es diferente: algunos apenas se pondrán malos, otros se pondrán malos muy a menudo. La clave está en tener paciencia, saber qué síntomas vigilar y mantener la calma.
Cuándo deben quedarse en casa
Sabemos que no siempre es fácil conciliar, pero mandar al cole a un niño enfermo aumenta el riesgo de que se complique, de que contagie a otros y de que vuelva a casa aún peor. En general, es recomendable que se queden en casa si:
- Tienen fiebre (más de 38 °C).
- Están muy decaídos o con mal estado general.
- Tienen vómitos o diarrea abundante.
- Sufren una enfermedad muy contagiosa (como conjuntivitis purulenta, varicela sin costras, escarlatina sin antibiótico aún…).
En la mayoría de las ocasiones, en cuanto el niño lleva 24 horas sin fiebre, se encuentra bien y puede comer y jugar con normalidad, puede volver al cole sin problema.
Consejos finales para sobrevivir al primer curso
- Toárselo con filosofía el primer año es el más duro, pero acaba pasando.
- Confía en tu pediatra: ante dudas sobre síntomas o contagios, mejor preguntar.
- Higiene de manos: fundamental para reducir contagios en casa.
- Plan de conciliación: si es posible, tener alternativas para cuando haya que dejarles en casa.
En resumen, la vuelta al cole es una etapa llena de emociones… y de virus. El primer año puede parecer un maratón de mocos, toses y visitas al pediatra, pero no es que vuestro hijo tenga las defensas bajas, ¡es que las está entrenando! Pensad que cada catarro es como una “vacuna natural” que le ayudará a estar más fuerte en el futuro. Con un poco de paciencia y las medidas adecuadas, esta etapa acaba pasando: en un par de cursos notaréis cómo las enfermedades se espacian y la vida familiar se vuelve mucho más tranquila. ¡Mucho ánimo en este inicio de curso escolar!