El futbolista Jesé Rodríguez, conocido por su meteórico ascenso a la élite con el Real Madrid y su posterior descenso a los infiernos entre constantes polémicas extradeportivas, ha aparecido en escena con una entrevista ofrecida a al youtuber ‘Mowlihawk’ en la que ha repasado momentos clave de su carrera como, entre otros, el momento en el que ganó su primer millón de euros.
«La primera vez que vi un millón en la cuenta dije: «Agüita, ¿esto por meter goles?»», confiesa el delantero canario, ahora futbolista del Johor Darul Takzim FC de la Superliga de Malasia, en un momento de la entrevista en la que habló sin pelos en la lengua de su etapa en el PSG.
«Si hubiese querido me hubiera quedado en el Madrid, pero apareció la opción del PSG. Como no estaba teniendo muchos minutos pensé en irme a París porque iba a jugar y tener minutos (…) además, me mejoraban el contrato y pagaban mucho más. Y mira que en el Madrid, que cobrábamos cada seis meses, pagaban muy bien«, dice antes de explicar los motivos por los que acabó lamentando su decisión.
«Podías cobrar mucho, pero me trataron muy mal. Ahí me di cuenta de que el Madrid es el mejor del mundo en todo. Me sentía tratando con un tío que es billonario y usa a los jugadores como si fueran chapas», reflexiona.
El canario no deja palo sin tocar en la entrevista y también habla en ella de sus mejores días en el Real Madrid: «Pasé solo dos años en el Castilla. Debuté con 16, termino esa temporada, empecé la siguiente, en 2ºB, subimos a Segunda (…) En Segunda superé el récord de goles de Butragueño. Había anotado 21 goles y yo marqué 22«, celebra todavía.
Luego llegó el salto al primer equipo y la convivencia con José Mourinho, al que aún idolatra: «Es un pedazo de entrenador. Listo y estratega. Se nota que tiene mucha calle. Pero con algunos jugadores chocaba porque tenía mucho carácter. Yo tuve un par de episodios de discusión, pero en plan jugador-entrenador, sin faltar el respeto», revela.
Aunque también coincidió con Ancelotti, con el que recuerda su lucha con Gareth Bale: «Costó 120 millones de euros y yo salí gratis. Él hablaba muy poco y en inglés. Ancelotti tuvo los huevos de sentarlo en el banquillo y ponerme. Otro entrenador a lo mejor no lo hace. A Florentino le gustaba mucho que los canteranos le solucionaran los partidos porque acababa diciendo: ‘Yo he apostado por ellos'», recuerda.
Aunque sin duda, el momento de la lesión de rodilla que echó todo por tierra es el que más grabado tiene en su memoria: «Con el tiempo me di cuenta de que ese día me cambió la vida para siempre. Fue uno de los peores días de mi vida. Antes de ello me sentía en el mejor momento de mi carrera. Florentino me llevó al mejor cirujano de Alemania. Pero cuando tuve la infección y me tuvieron que limpiar dos veces, dije: ‘Se acabó’«, zanja al respecto sobre el punto exacto en el que comenzó su declive deportivo.