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Este arrebatador móvil de Google vuelve a recordarnos que los modelos compactos también nos encantan

Publicado: septiembre 16, 2025, 5:30 pm

Nos encanta sumergirnos en los móviles de pantallas grandes. Del mismo modo, los teléfonos compactos, con paneles más pequeños, también son enormemente seductores. Un terreno en el que, una generación más, brillan los Pixel. Al igual que el Pixel 10 Pro, el Pixel 10 base subraya el dominio alcanzado por Google. El gigante tecnológico sigue teniendo cosas que pulir (el procesador propio) pero, como señalábamos el año pasado, sus dispositivos son de categoría.

El Pixel 10, con el teleobjetivo (por fin) como principal potenciación, es un smartphone de gama alta para los usuarios Android atraídos por la experiencia en su esencia más pura, los que disfruten de la fotografía y los que quieran ir a la fuente original para emplear las funciones de IA y las posibilidades de la integración de Gemini.

Cuesta 899 euros en la configuración de 12 GB + 128 GB y 999 euros en la de 12 GB + 256 GB. El Pixel 10 Pro, con 16 GB de memoria, comienza en los 1.099 euros, y su versión XL, en los 1.299 euros.

Especificaciones técnicas principales del Google Pixel 10

  • Pantalla: OLED de 6,3 pulgadas (1080 x 2424, 120 Hz, 3.000 nits)
  • Procesador: Google Tensor G5
  • Configuración: 12 GB + 128 GB / 12 GB + 256 GB
  • ​Cámaras traseras: principal de 48 MP + ultra gran angular de 13 MP + teleobjetivo de 10,8 MP
  • Cámara frontal: 10,5 MP
  • Batería: 4.970 mAh con carga rápida de 30W e inalámbrica de 15W (tecnología magnética Pixelsnap)
  • Conectividad: 5G
  • Sistema operativo: Android 16
  • Otros elementos: Gemini, Gemini Nano, Gemini Live, protección Corning Gorilla Glass Victus 2 (frontal y trasera), altavoces estéreo
  • Grosor: 8,6 mm
  • Precio (momento lanzamiento): 899 / 999 euros

Diseño exquisito

Si se prologan demasiado en el tiempo, los continuismos en las sucesivas evoluciones de dispositivos terminan por cansar. No ocurre con los Pixel, que alcanzaron su cumbre estética con los Pixel 9, herencia que la décima generación abraza totalmente.

La exquisitez de su redondeada barra para las cámaras, visor esta vez con mayor presencia del negro por la entrada en escena del tercer sensor, se mantiene intacta, como ocurre con su trasera de vidrio (Corning Gorilla Glass Victus 2, misma protección que en el frontal) con acabado satinado y con sus marcos de aluminio de reminiscencias iPhone.

Lo impecable se conjuga con la comodidad gracias a su tamaño reducido y ‘coqueto’ a pesar de que la dinámica de los dispositivos delgados no vaya mucho con Google (8,6 mm de grosor). Por otro lado, el gigante tecnológico evidencia de nuevo que sabe elegir muy bien los colores, con el Índigo (su azul), el que ha probado 20bits, y el Verde lima como grandes exponentes.

Por el tipo de módulo trasero, el Pixel 10 no ‘baila’ cuando se coloca boca arriba en la mesa. En el lateral derecho, el botón de bloqueo vuelve a ubicarse por encima de la tecla de volumen, lo que en algunas ocasionales lleva a pequeñas confusiones transitorias.

La experiencia compacta

La experiencia con los teléfonos compactos resulta atractiva, y más si se da de la mano de una pantalla de nivel, como es el caso. La del Pixel 10 saca un notable alto, y no llega al sobresaliente porque, a diferencia de la del Pixel 10 Pro, no cuenta con tecnología LTPO, por lo que su fluidez no va de 1 a 120 Hz como otros móviles de su rango y se mueve en los 60 Hz y los 120 Hz.

De 6,3 pulgadas como su antecesor, este panel OLED dispone de resolución 1080 x 2424 (la de su hermano mayor es de 1280 x 2856), la citada frecuencia de actualización de hasta 120 Hz y más brillo máximo, que sube de los 2.700 a los 3.000 nits.

En los ajustes específicos gustaría un poco más de variedad, ya que las opciones se adscriben a lo correcto pero básico. Un aspecto manifestado por ejemplo en sus dos únicos modos para los colores, naturales o intensos. Hay competidores que potencian bastante más el apartado (la pestaña de brillo extra, las funciones para rebajar la fatiga visual…). Asimismo, respecto al complemento sonoro, en sus altavoces estéreo se nota el énfasis en la contundencia.

Fotografía: es un Pixel

En concordancia con sus especificaciones más destacadas, los Pixel base pedían un teleobjetivo, sensor que irrumpe en el Pixel 9. No es el telefoto soñado, pero su presencia, casi innegociable en su escalón de precio, se agradece. Este tercer sensor, de 10,8 MP (un tipo de resolución muy Pixel) y con OIS, permite disparar con zoom óptico de 5x y digital de hasta 20x.

Al frente de la composición figura una cámara principal de 48 MP y una ultra gran angular de 13 MP. El Pixel 9 disponía de una principal de 50 MP y de una ultra gran angular de 48 MP, la cual sigue presente en el modelo 10 Pro. La cámara para selfis repite los 10,5 MP, del mismo modo que el hermano Pro integra una vez más una de 42 MP.

Los Pixel se asocian al hardware fotográfico de nivel y a la magia de su procesado, señas de identidad que en el Pixel 10 se traducen en la garantía del buen desempeño. El acostumbramiento a su recorrido y la fuerte competencia quizá hacen que la sugerencia no alcance las cotas de otros momentos, pero un Pixel es un Pixel y la calidad está ahí.

Sin modo Pro, la aplicación de cámara pone en su mesa el modo retrato (1x y 3x), la visión nocturna, la fotografía panorámica, la larga exposición y su versión mejorada de Inclúyeme, la llamativa función que vino con los Pixel 9.

Los Pixel 10 traen también, igualmente gracias a la IA, el Asistente de Cámara, que tras analizar el contenido de la imagen que se pretende fotografiar pregunta al usuario por la opción que más le encaja de entre la lista que le ofrece y le va guiando en el proceso para lucirse con la foto. Este Camera Coach, que se activa pulsando en el icono de la cámara que sale arriba a la derecha, entraña curiosidad y perfil práctico. Ayuda a ampliar el repertorio personal en cuanto a la forma de tomar las fotos.

Con el Google Tensor G5

Google mantiene intacta su apuesta por los procesadores propios. Su debut en los 3 nm y el paso a TSMC para su fabricación definen el Tensor G5. Un procesador que sobre todo depara fluidez pero que, al igual que en las evoluciones previas, carece de la potencia bruta imperante en la gama alta y la premium. Desde luego que para un usuario medio la circunstancia no presenta mayores problemas, si bien implica que, en lo que a chipset se refiere, los Pixel siguen algo rezagados frente a sus competidores.

Los calentamientos ocasionales vuelven a desconcertar un poco y remiten a lo que sucedía con el Tensor G3 y con el Tensor original. Choca su aparición aunque no se esté empleando a fondo. Conviene apuntar no obstante que estos ‘calentones’ brotaron especialmente en los primeros días de uso, repitiéndose menos después, y que no se dieron cuando probamos el Pixel 10 Pro.

Android 16 y Gemini

La compañía estrena Android 16, que dentro de la línea reconocible luce diseños vistosos y sugerentes. Google promete siete años de actualizaciones de seguridad y de sistema operativo, y tener el móvil a punto hasta 2032 constituye un detalle a tener en cuenta.

La IA habilitada no introduce novedades sorprendentes respecto a la dinámica de Google y al despliegue de Gemini, lo que para nada quita valor a lo escenificado, sugestivo por la sensación de que la IA acompaña y está al servicio del usuario desde múltiples vías, no pocas de las cuales ayudan y sirven de verdad.

Batería: bien pero querríamos más

Las baterías de los Pixel suelen rendir de manera más que competente, tradición que permanece en el Pixel 10, que con uso alejado de intensidades prolongadas da para más de día y medio de autonomía. Su capacidad aumenta al pasar de los 4.700 mAh a los 4.970 mAh, por lo que roza los 5.000 mAh tan extendidos hasta hace nada.

Sin embargo, no vamos a negar que nos gustaría que Google se sumara pronto a la tendencia de las baterías de 6.000-6.500 mAh liderada por los fabricantes chinos, o al menos fuera algo más ambicioso en la faceta.

La carga rápida da un pasito para atrás y de los 45W del Pixel 9 baja a 30W, velocidad que dice poquito en un móvil de 900 euros. En contraste, Google le confiere un toque a la carga inalámbrica con la tecnología magnética Pixelsnap, ideada para acoplar fácilmente cargadores y de paso ofrecer una amplia gama de accesorios, con la personalización consiguiente. Admite carga inalámbrica de 15W, y su cargador Pixelsnap ofrece certificación Qi2.

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