Charles Leclerc montó en cólera una vez finalizado el GP de Las Vegas de Fórmula 1. Tras una turbulenta prueba, en la que rodó siempre cerca de Carlos Sainz, finalmente fue el piloto español el que se hizo con el podio, mientras que el monegasco tuvo que conformarse con el cuarto puesto. Ante este resultado, ‘Il Predestinato‘ informó por la radio al equipo de su tremendo cabreo, pues, según él, «ser majo le jode todo el puto rato».
Leclerc pasó a Sainz en la salida, e intentó superar también a Russell en las primeras vueltas, aunque sin éxito. Pronto, los neumáticos del monoplaza ’16’ se vinieron abajo, por lo que el español recuperó la posición.
Con la presión de Hamilton durante la segunda tanda, Ferrari ordenó al español que dejase pasar a su compañero, algo que se cumplió de inmediato. Después, llegó el esperpento en la estrategia de los de Maranello, que llamaron a Sainz a boxes sin estar preparados los mecánicos, lo que obligó al madrileño a realizar una peligrosa maniobra evasiva.
Una vez realizadas las paradas correctamente, Sainz se situó justo por detrás de Leclerc, a quien su ingeniero informó de que no habría una lucha: «Le hemos dicho a Carlos que no te meta presión. Así que solo céntrate en cuidar tus neumáticos», a lo que el monegasco respondió: «Prueba a decírselo en español«, una vez su compañero le arrebató la posición.
«Sí, hice mi trabajo, pero ser amable me jode todo el puto rato. Ni siquiera es ser amable, sólo es ser respetuoso. Sé que tengo que callarme, pero siempre es lo mismo», estalló ‘Il Predestinato‘ tras cruzar la línea de meta, siendo recriminado desde el muro, pidiendo que se callase para que sus palabras no trascendiesen.
Su ingeniero reafirmó que «hizo lo correcto por el equipo», aunque poco parece importarle a Leclerc. Por su parte, Carlos Sainz recibió ánimos de Jenson Button tras el gran premio: «Es genial verte competir con Charles, me encanta ver cómo os dejan luchar y es de verdad».