Women’s Sport Institute ha celebrado esta mañana el segundo de sus desayunos informativos. Bajo el título ‘Evolución del fútbol femenino profesional y su nuevo convenio colectivo’, durante varias horas se ha discutido y debatido ampliamente sobre la buena situación actual del fútbol femenino y la llegada de nuevas y necesarias mejoras con el convenio colectivo recientemente firmado.
En el primero de los eventos del desayuno, y tras la presentación de la directora general de WSI, Alejandra Domínguez, la reputada periodista Mónica Marchante entrevistó a la presidenta de la Liga F, Beatriz Álvarez.
«La verdad es que han sido dos años y medio muy intensos en el fútbol femenino, con muchas cosas negativas pero también muy positivas», comenzó Álvarez, satisfecha con el momento actual de este deporte: «Nos falta camino y conciencia para llegar realmente a la profesionalización, pero estoy contenta. Me ha tocado vivir el momento inicial, que es el más difícil, pero espero dejar un legado asociado a valores del fútbol femenino».
El futuro ahora esta claro: «Hay que seguir creciendo, más profesionalización para aumentar ingresos luego, todavía queda mucho por hacer», apunto también la presidenta de la Liga F, que busca una competición sostenible sin tener que depender de clubes.
El episodio Rubiales también salió a colación: «Aquella gestión sin duda no ayudó. Yo creo que hace falta un cambio de estructuras más profundo que depende del CSD. La situación es la que es. No creo que el futbol femenino vaya a peor tras las elecciones a la Federación, porque ambos candidatos me han dicho que apoyarán nuestra profesionalización. Nosotros lo que queremos es estabilidad y paz, porque hemos sufrido mucho con el ruido». Álvarez, al menos, sacó una conclusión positiva de aquel episodio del Mundial de Sidney: «Provocó un cambio positivo, algo es algo, y se lo dije a Jennifer Hermoso».
Otro de los debates fue la falta de competitividad en la competición femenina, donde el Barcelona arrasa: «Es cierto que hay un peldaño de distancia y tenemos que trabajar en esta falta de competitividad, aunque creo que es algo que pasa en toda Europa con los clubes punteros. Hay que impulsar el crecimiento de los otros clubes para que trabajen y se acerquen al Barcelona».
No faltó la crítica por la cobertura mediática, que llegó desde la confesión de la propia moderadora, Mónica Marchante: «Debemos huir de la comparación con el fútbol masculino, porque lo que acapara no lo hace ningún otro deporte, es cierto», opinó Álvarez. «Pero ahora tenemos más visibilidad e impacto, hemos cambiado mucho pero estamos muy lejos del masculino».
Beatriz Álvarez concluyó la entrevista con un balance: «De lo que estoy más orgullosa en estos años es de todo el trabajo social -sensibilidad, conciliación, embarazo- que hemos hecho para sentirnos todos incomódamente satisfechas. Creo que estamos muy contentas con el convenio laboral que hemos firmado, que está pendiente de ratificación en la Asamblea de la semana que viene».
Casi sin tiempo de ruptura, llegó el segundo debate del desayuno, con la participación de la exfutbolista Amanda Sampedro y las abogadas del sindicato FUTPTRO y Futbolistas ON, Reyes Bellver y Tania Tejeira. El centro de la conversación fue el nuevo convenio colectivo. «Se trataba de plasmar el equilibrio entre lo que necesitan las futbolistas y los clubes, regulando los derechos mínimos y dando una seguridad jurídica», según apuntó Reyes Bellver.
Desde su amplia experiencia, Amanda Sampedro opinó al respecto: «Yo todavía tengo suerte, porque gracias a esta evolución desde mi época, dando pasos, hemos conseguido vivir del fútbol. No tienes que llegar a entrenar después de estar trabajando, como entonces. Lo bueno de ahora también es que las niñas tienen referentes femeninos. En mi época yo tenía a Fernando Torres».
Tania Tejeira, también letrada, consideró los últimos dos años en el fútbol femenino como una «revolución, porque han sido de enorme cambio y crecimiento. Yo me considero una privilegiada por haber estado ahí».
La maternidad es uno de los puntos calientes de ese nuevo convenio colectivo. «Es verdad que había que adaptar el fútbol femenino a esta circunstancia, creando por ejemplo salas de lactancia en los centros de entrenamiento», recordó Bellver, «como sucede en otros ámbitos. Hay que dar a las futbolistas la cobertura necesaria para poder ser madres y seguir protegidas, y que no tengan que renunciar a ello, aunque siempre haya mejoras». La presidente de la Liga F, Beatriz Álvarez, también apuntó otra novedad: «Guarderías en los campos de fútbol y de entrenamiento».
Otro de los bloques independientes del convenio es el acoso sexual: «Se ha trabajado para que el proceso sea mucho más garantista con la víctima y creo que hemos conseguido con la patronal un buen protocolo», declaró la abogada Reyes Bellver. «Lo importante es que estos protocolos se apliquen, que es por ejemplo lo que no pasó con la Federación».
Con el convenio en la mano, Amanda Sampedro no ocultó su satisfacción: «En el primer convenio se dio mucho valor al salario base, y eso fue muy importante, tener unos derechos mínimos en aquella época. El segundo convenio ha ido mejorando cada bloque del anterior, y eso es lo que hay que conseguir. Hay que ir cuidando detalles: los viajes en medios de transporte, los campos de césped natural…».
El convenio no quita para que aspectos del pasado aún permanezcan, el miedo a denunciar, por ejemplo: «En los clubes más modestos aún cuesta denunciar cosas como los impagos, porque las jugadoras piensan que el año que viene estarán sin equipo. Ahí tienen que estar las grandes futbolistas para dar ejemplo, las del Barcelona o Real Madrid, para dar ejemplo».
«¿Y hacia dónde tiene que ir el fútbol femenino español?» Se preguntó Mónica Marchante. «Ahora hay que aprovechar este momento de calma para captar más la atención de las chicas y más interés, y que con esto lleguen también más patrocinios», apuntó Tania Tejeira. «Yo quiero una Liga más competitiva, desligarla del fútbol masculino y que no necesitemos su inversión económica, atraer más patrocinadores individuales al fútbol femenino para estar más cerca de las jugadoras, que van más rápido«, opinó por su parte Reyes Bellver, también pionera femenina en cuando al derecho deportivo femenino.
Del futuro femenino y su lento avance, con un importante agujero, también sacó una conclusión importante Amanda Sampedro: «La Premier lo está haciendo de maravilla, se disparó cuando ganaron la Eurocopa. Nosotras, ganamos el Mundial, pasó lo que pasó y dimos pasos atrás. Por suerte se ha olvidado y ahora tenemos que dar pequeño pasos, como la Premier, para crecer».
Llega el momento de la calma para el fútbol femenino, la paz para que pueda crecer sin obstáculos, pues así lo merece.