Publicado: mayo 2, 2025, 11:27 am
A partir de los 30 años, la velocidad de crecimiento de las uñas disminuye aproximadamente un 0,5 por ciento cada año, a pesar de que el envejecimiento biológico no siempre coincide con el cronológico. Esta circunstancia es una consecuencia del envejecimiento, que también podría ser significativo de todo lo contrario: de que somos personas especialmente longevas.
Todas estas conclusiones se han hecho públicas en el podcast Lifespan que ha protagonizado un prestigioso genetista de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, David Sinclair. Así pues, la rapidez con la que crecen las uñas podría ser un factor determinante para calcular el envejecimiento biológico.
La esperanza de vida podría verse en el estado de nuestras uñas
Según explica el doctor al periódico Daily Mail, hay un aspecto importante de nuestro cuerpo que podría predecir, en función de su aspecto y crecimiento, cuál va a ser nuestra esperanza de vida: «la salud de nuestras uñas es una consecuencia directa de cómo el organismo genera células nuevas y lo hace más o menos rápidamente».
La principal conclusión del estudio que ha liderado Sinclair hace referencia a que «cuanto más rápido crecen nuestras uñas, más probabilidades tendremos de estar protegidos contra el deterioro que va a asociado al envejecimiento natural. De esta forma también se demuestra que no siempre la edad biológica y la cronológica coinciden, puesto que hay personas que ralentizan su deterioro por la edad».
Diferencias entre la edad biológica y la edad cronológica
El experto dejó claro en su podcast que el envejecimiento biológico no tiene por qué corresponderse con la edad, puesto que aquel hace referencia a la juventud o no de nuestras células y tejidos, que pueden funcionar mejor o peor, y ofrecer suficiente información como para poder predecir si viviremos muchos años.
A raíz de un estudio pionero anterior, Sinclair averiguó que las personas que se cortan las uñas muy a menudo porque les crecen rápidamente, independientemente de los años que tengan, pueden asociar que es señal significa que están envejeciendo a un ritmo más lento del que correspondería como media.
El proceso por el que crecen las uñas está directamente relacionado con la circulación sanguínea, que transporta los nutrientes necesarios para la regeneración celular. Según vamos envejeciendo, la circulación se vuelve menos eficiente, lo que provoca un crecimiento más lento de las uñas al llegarles menos nutrientes. Otros factores que podrían considerarse como justificantes del crecimiento de las uñas son los niveles hormonales y la dieta.
Referencias
N. Orentreich, J. Markofsky, J. H. Vogelman. ‘The effect of aging on the rate of linear nail growth’. Publicado en National Library of Medicine. Consultado online en https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/448171/ el 25 de marzo de 2025.