El mercado de los suplementos nutricionales no ha dejado de expandirse en las últimas décadas, un fenómeno que ha crecido exponencialmente gracias a las redes sociales. Casi cada semana, se ponen en circulación supuestos beneficios de un nuevo producto, muchas veces de origen exótico, o bien se difunde algún consejo de influencers. El peligro de estas tendencias es consumir sustancias sin información y que incluso pueden llegar a poner en riesgo nuestra salud.
Un estudio reciente de la Fundación MAPFRE y la Academia Española de Nutrición y Dietética cifró en que más de 7 de cada 10 personas acude a estos productos en España. Una cifra sin duda muy elevada que el informe atribuye a varios factores: «El mercado del deporte, la irrupción de la llamada nutrición personalizada, y el envejecimiento de la población, así como el creciente mercado online y su facilidad de adquisición». Además identifican a la población millennial, las mujeres y los mayores de 60 años como los colectivos más consumidores.
Siguiendo con el informe, este revela que la población española echa mano especialmente de las vitaminas, son las que registran mayor volumen de mercado, seguidas de los minerales y las plantas. Las pautas de consumo pueden verse afectadas por publicidad «agresiva y engañosa», según los autores del informe, de ahí la necesidad de que todo consumo pase por consulta médica.
Cuidado con las combinaciones poco afortunadas
Como se ha indicado, los suplementos vitamínicos están sujetos a modas cambiantes. En el campo de las vitaminas, en la actualidad hay una llamada importante sobre la D3 para reforzar el sistema inmunitario. El extra de calcio que proporciona podría formar depósitos cálcicos no deseables si no se combina la vitamina K2, tal y como indica la farmacéutica Ariana Medizade en sus redes sociales.
En el ámbito de las interacciones con medicamentos, Medizade destaca la Hierba de San Juan, recomendada para la ansiedad y la depresión, ya que interfiere con los anticonceptivos hasta el punto de reducir su actividad en la circulación sanguínea.
No solo las vitaminas y las plantas son los compuestos estrella de estos suplementos, sino que los minerales también cuenta con un lugar destacado. El magnesio es uno de los más consumidos, pudiendo hallarse de forma aislada o combinado con otro tipo de minerales. Combinaciones que no siempre son afortunadas, según Medizade: tomarlo con el zinc reducirá su eficacia en el organismo.
Cinco preguntas a plantearse antes de consumirlos
Desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) hacen hincapié en la importancia de formular cinco sencillas preguntas antes de tomar la decisión de consumir un producto de estas características:
- ¿Lo necesito? Una dieta rica y variada aporta los nutrientes esenciales, así que no pueden sustituir el valor de los alimentos.
- ¿Comprar en internet es seguro? Hay una variedad infinita de webs que ofertan los productos, por lo que hay que asegurarse de la fiabilidad de la tienda en cuestión y del estado de los mismos.
- ¿Debo informar a mi médico? Sí, porque enfermedades crónicas, medicaciones o cirugías pueden verse muy comprometidas con el consumo de estos suplementos.
- ¿Puedo tomar más cantidad de la recomendada? No, nos arriesgamos a peligrosos efectos para la salud, especialmente si el consumo se ha prolongado en el tiempo.
- ¿Promete resultados milagrosos? Desconfía porque ningún complemento trata o cura enfermedades.
Referencias
Fundación Mapfre (2021). Uso de suplementos nutricionales en la población española. https://www.fundacionmapfre.org/publicaciones/todas/uso-suplementos-nutricionales-poblacion-espanola/