Publicado: noviembre 26, 2025, 9:27 am
Después de su victoria contra Dan Hooker en UFC Qatar este pasado sábado, Arman Tsarukyan está convencido de que debería ser el próximo rival de Ilia Topuria. Sin embargo, desde su punto de vista, UFC está tratando de poner trabas en su camino y evitar el enfrentamiento de un combate que comienza a parecer inevitable.
Así lo ha expresado en una reciente entrevista con Ariel Helwani, en la que ha descartado por completo que Paddy Pimblett pueda ser el siguiente en optar al cinturón de Topuria. «Voy a ser yo, sin duda. De ninguna manera le darán la pelea a Paddy Pimblett. Todos se reirán de ellos. Soy el contendiente número uno. Lo he demostrado una vez más. ¿Qué quieren de mí? Fui y destrocé a Dan Hooker», ha asegurado el armenio.
Tsarukyan ha insistido varias veces en esta misma idea durante la entrevista y ha dejado entrever las malas relaciones que tiene con UFC al asegurar que la compañía tenía un plan para no darle la oportunidad. «Tengo que ser yo. Su plan era que tuviera problemas con Dan Hooker, y que me dejaran atrás y me dijeran: ‘Mira, te costó ganar a Dan Hooker, tienes que esperar’. Ahora no pueden decir nada. El contendiente número uno está aquí», ha enfatizado el número uno del peso ligero.
De estas palabras diera la impresión que, desde que se cayó del combate frente a Makhachev, Tsarukyan no trabaja para UFC, sino contra UFC. Esta frase podría hacerse perfectamente a la inversa, ya que el armenio tiene razón al señalar que la empresa que dirige Dana White le ha hecho trabajar más que a nadie para ganarse nuevamente la oportunidad de optar al título de las 155 libras.
Es muy probable que a UFC no le quede más remedio que organizar el combate entre Topuria y Tsarukyan, aunque no les guste la idea. Para UFC este combate supone un cierto riesgo de perder la meteórica ascensión de Topuria y de tener un campeón que da menos espectáculo. Del mismo modo, si “el matador” perdiera, la opción de competir con Makhachev se complicaría. Y eso sería perder un “pay per view” más que vendible.
