Publicado: agosto 11, 2025, 5:00 pm
No hace falta hielo. No hace falta experiencia. Y lo que sale es mucho mejor de lo que esperaba. He probado la Ninja SLUSHi, una máquina de granizados y bebidas heladas que está arrasando en redes sociales, y tengo que decirlo: hay una razón por la que se ha convertido en el gadget más viral del verano.
Porque esto no es una batidora ni una licuadora disfrazada, sino una forma distinta —y muy efectiva— de preparar bebidas heladas en casa, con textura profesional y cero esfuerzo.
Te cuento lo que me ha gustado, lo que no, y por qué —si te encantan los granizados, frappés o cócteles helados— deberías tenerla en el radar.
Diseño: no es compacta, pero está pensada para usarse de verdad
Lo primero que notas al sacarla de la caja es su tamaño. No es una mini-máquina: pesa algo más de 11 kilos y ocupa espacio. Pero ese volumen está justificado. El depósito tiene una capacidad de 2,5 litros, suficiente para preparar hasta siete copas generosas de 350 ml, y su construcción es robusta, bien acabada y pensada para durar.
El panel de control es muy intuitivo, con botones táctiles y luces LED que indican qué programa está en marcha. También tiene una boquilla antigoteo y un mango ergonómico que facilitan el servicio directamente desde el depósito, sin tener que moverlo ni manchar nada.
Reconozco que es muy voluminosa y que si no tienes un espacio para ella —es decir, tienes una casa grande— es bastante pesada y transportarla es un poco incordio. Pero merece la pena por el resultado que tiene.
Usabilidad: tan fácil que parece magia
Aquí no hay que triturar hielo ni hacer mezclas raras. Solo viertes el líquido directamente en el depósito —zumo, refresco, café, leche vegetal o incluso licores—, seleccionas uno de los cinco programas automáticos (granizado, cóctel helado, café frappé, batido o zumo helado) y la máquina se encarga del resto.
Lo más sorprendente es lo poco que hay que hacer. No hay que estar pendiente, ni remover, ni ajustar nada. El compresor se activa, empieza a girar el cilindro interno, y poco a poco ves cómo el líquido se va congelando desde dentro hacia fuera, sin necesidad de añadir hielo.
El proceso puede tardar entre 15 y 60 minutos, dependiendo del tipo de bebida y de su temperatura inicial, pero el resultado merece la espera.
Tecnología: adiós al hielo, hola a la textura perfecta
La clave de la Ninja SLUSHi está en su sistema RapidChill, una tecnología que congela directamente el líquido en contacto con las paredes frías del cilindro. A diferencia de una batidora que tritura hielo, aquí no hay trozos, no hay mezcla aguada ni sabores diluidos. La textura final es más uniforme, más suave, más profesional.
Con los frappés, por ejemplo, el resultado es tan cremoso que parece hecho en una cafetería. Con los granizados de fruta o refresco, la textura es ligera pero consistente, como la de una máquina industrial. Y en el caso de los cócteles helados —hemos hecho agua de Valencia y margaritas, que soy de clásicos—, el sabor se mantiene concentrado sin exceso de agua.
Además, una vez preparada, la bebida puede mantenerse en frío dentro de la máquina durante hasta 12 horas sin derretirse. Esto te permite ser la anfitriona perfecta, porque la verdad es que es un dispositivo muy apetecible en una fiesta o una celebración.
Versatilidad: vale para casi todo, pero el azúcar es un must
Una de las cosas que más me ha sorprendido es lo bien que se adapta a distintos tipos de líquidos. Funciona con refrescos normales, zumos, café, té, bebidas vegetales o cócteles con alcohol, siempre que tengan una mínima cantidad de azúcar o alcohol para que el líquido cristalice bien.
¿El único ‘pero’? Ese azúcar añadido que puede que no cuadre a todo el mundo, especialmente en estos tiempos de vida fit. Si es tu caso, aunque no la he probado, Ninja tiene una heladera que permite hacer postres que cuadrarían más con tu estilo de vida.
Limpieza: rápida y sin complicaciones
Otro punto fuerte: la limpieza es muy sencilla. La Ninja SLUSHi tiene un modo de enjuague automático que limpia el depósito con agua caliente. Solo tienes que rellenarlo con agua, pulsar el botón de limpieza y esperar un par de minutos.
Además, las piezas desmontables como la tapa o la bandeja de goteo son aptas para el lavavajillas.
No hay cuchillas ni recovecos imposibles, y eso se agradece mucho cuando has usado zumos espesos o bebidas con azúcar.
¿Hace ruido?
Sorprendentemente poco. El compresor WhisperChill hace honor a su nombre: funciona de forma silenciosa, más parecida a un frigorífico que a una batidora.
No molesta ni aunque estés al lado. Durante el proceso de congelación apenas se oye un zumbido suave y el giro de la barrena.
Resumen
La Ninja SLUSHi no es un electrodoméstico esencial, pero sí es uno de esos gadgets que, cuando los usas, te hacen pensar: “¿Cómo no lo tenía antes?”. Si te gustan los granizados de verdad, los frappés como los de cafetería o los cócteles que no pierden sabor al añadirles hielo, esta máquina cambia las reglas del juego: no hay trozos de hielo flotando, no se queda aguado y no hace falta estar pendiente para que salga bien.
Es cierto que no es un electrodoméstico barato: cuesta 349,99 euros, y eso la coloca claramente en la categoría de capricho de cocina. Pero también es verdad que lo que ofrece no lo consigues con una batidora convencional ni con las típicas máquinas de granizados que usan hielo. Su tecnología RapidChill congela directamente el líquido, lo que da como resultado una textura suave, uniforme y sin diluir el sabor.
También es cierto que ocupa espacio y que hay que tener en cuenta su limitación con bebidas sin azúcar, pero lo compensa con su versatilidad, su capacidad para servir hasta 2,5 litros en un solo ciclo y su capacidad para mantener las bebidas frías durante 12 horas sin que pierdan textura.
La máquina viene con una guía de inspiración con 10 recetas (granizados, cócteles, frappés, etc.), pero lo mejor está en el portal online de Ninja Test Kitchen y en redes sociales bajo el hashtag #NinjaSlushi. Hay muchísimas ideas y vídeos para sacarle partido.
Además, al no necesitar hielo, no tienes que comprar mezclas especiales ni hacer preparativos con antelación. Solo eliges tu bebida favorita, la viertes y listo.
No necesitas ser experto, ni dedicarle tiempo. Solo tener una bebida, pulsar un botón y disfrutar del verano.