La temporada de Jannik Sinner ha estado marcada por sus buenos resultados, en un año en el que ha conquistado el Open de Australia y el US Open y ha terminado como el número 1 del ránking ATP. Aunque también por su positivo en dopaje después de que su fisioterapeuta Giacomo Naldi aplicara un aerosol de venta libre en un corte que tenía en su mano antes de realizarle un masaje.
El tenista italiano quedó absuelto de culpa por parte de la Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA). No obstante, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) no quedó tan convencida y presentó en septiembre un recurso al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) solicitando una suspensión de uno a dos años para Jannik.
El director general de la AMA, Olivier Niggli, ha explicado ahora cuáles son los motivos por los cuales consideraron que tenían que recurrir.
«No discutimos que pudo haber sido una contaminación. En la decisión se consideró que no había culpa de Sinner, pero nuestra posición es que el deportista sigue siendo responsable hacia quienes le rodean, así que este es el punto legal que se debatirá», explicó Niggli.
Asimsimo, defendió que la ITIA hubiera desvelado tarde positivos como el de Sinner o Iga Swiatek: «Personalmente, creo que proteger la reputación de un deportista debería ser nuestra primera preocupación. Vivimos en un mundo donde las redes sociales son lo que son y hacen que la reputación pueda esfumarse en muy poco tiempo».
También aseguró que el fallo del propio TAS no será antes de 2025: «No habrá nada antes de finales de año».