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Una mujer es ingresada para extirparle un tumor ovárico y los médicos descubren un bebé a punto de nacer: «Es un milagro»

Publicado: diciembre 13, 2025, 7:35 pm

Una mujer de 41 años que entró en quirófano para que le extirparan un tumor ovárico de 10 kilos de peso resultó estar embarazada de un bebé a término que se había desarrollado fuera del útero, en un caso que los médicos han calificado como «milagroso».

Suze López, enfermera de Bakersfield, California (EEUU), tenía programada la extirpación de un quiste ovárico de 10 kilos que llevaba años creciendo. Pero los resultados de una prueba de embarazo rutinaria previa a la cirugía revelaron la sorpresa, explica el hospital Cedars Sinai de Los Ángeles en una nota de prensa.

«Estaba acostumbrada a tener menstruaciones muy irregulares y algunas molestias abdominales. No podía creer que, después de 17 años rezando e intentando tener un segundo hijo, estuviera realmente embarazada», dijo Suze Lopez en declaraciones recogidas por el hospital.

Al llegar al centro médico, López tenía la presión arterial peligrosamente alta. El doctor John Ozimek y su equipo se pusieron manos a la obra, estabilizando su presión arterial y solicitando una resonancia magnética, análisis de sangre y una ecografía.

Ozimek quedó atónito ante lo que revelaron las imágenes diagnósticas: un embarazo ectópico abdominal muy raro. «Suze estaba embarazada, pero su útero estaba vacío y un quiste ovárico benigno gigante que pesaba más de nueve kilos ocupaba demasiado espacio», declaró el médico.

«Entonces descubrimos un bebé casi a término en un pequeño espacio en el abdomen, cerca del hígado, con el trasero apoyado en el útero. Un embarazo tan fuera del útero que continúa desarrollándose es casi inaudito», señaló el doctor Ozimek.

Ozimek dijo que, a medida que el bebé crecía dentro del abdomen de López, detrás de la masa, empujaba el enorme quiste hacia adelante. «Es lógico que ella simplemente pensara que el tumor estaba creciendo de nuevo, no que pudiera estar embarazada», agregó.

En un embarazo ectópico abdominal, el óvulo fertilizado se implanta fuera del útero, a menudo en órganos vitales o vasos sanguíneos importantes. La placenta no puede crecer de forma segura, lo que crea un riesgo excepcionalmente alto de hemorragia materna catastrófica y muerte fetal. Es extremadamente raro que un bebé sobreviva y a menudo se enfrenta a graves complicaciones médicas.

«Fue muy profundo ver a este bebé a término sentado detrás de un tumor ovárico enorme, no en el útero. En toda mi carrera, nunca había oído hablar de un bebé que hubiera llegado tan lejos en el embarazo», dijo el ginecólogo oncólogo Michael Manuel, del Centro Médico Providence Cedars-Sinai Tarzana, quien intervino para extirpar el quiste.

«Tuvimos que descubrir cómo sacar al bebé con la placenta y sus vasos sanguíneos adheridos al abdomen, extraer la enorme masa ovárica y hacer todo lo posible para salvar a la mamá y a este niño», dijo Manuel.

Se necesitó un equipo de unos 30 expertos para llevar a cabo un parto y una cirugía complejos y altamente coordinados. Especialistas en medicina materno-fetal, oncólogos ginecólogos, enfermeras, anestesiólogos y numerosos técnicos quirúrgicos con formación especializada llenaron el quirófano casi a su capacidad máxima.

El doctor Manuel retiró el enorme quiste dermoide para que Ozimek y su equipo pudieran extraer al bebé rápidamente y entregarlo al personal de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN).

Después de un embarazo tan raro y peligroso, el pequeño, que ha sido bautizado como Ryu, llegó al mundo con muy pocos problemas de salud, una abundante cabellera y un peso de 3,628 kilogramos.

Los padres de Ryu creen que este caso es la respuesta a años de oraciones para tener un segundo hijo. El padre, Andrew Lopez dijo que por eso eligieron Jesse como segundo nombre de Ryu; significa «regalo de Dios».

«Él es nuestro regalo. Y Ryu y Suze son mis milagros«, dice el orgulloso padre. «Me dejaron entrar al quirófano, y fue duro ver lo que estaba pasando, y fue increíble ver nacer a Ryu. Así que sí, muchas oraciones han sido escuchadas».

Por su parte, la madre dijo: «Aprecio cada detalle. Todo. Cada día es un regalo y nunca lo voy a desperdiciar». «Dios me dio a este bebé para que fuera un ejemplo para el mundo de que Dios existe, de que los milagros, los milagros modernos, sí ocurren», concluye.

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