Publicado: octubre 29, 2025, 12:22 pm
El huracán Melissa, el más potente que ha azotado Jamaica en la historia reciente, fue captado con una nitidez impactante por el satélite europeo Copernicus Sentinel-2 apenas unas horas antes de tocar tierra en la isla. No es la primera vez que este sistema espacial nos permite conocer cómo se ven los desastres naturales desde el cielo.
La imagen, tomada el 28 de octubre a las 15:55 UTC (16:55 hora española), muestra el ojo perfectamente definido del ciclón, que alcanzó vientos sostenidos de hasta 298 km/h y una presión mínima de 892 hPa, una cifra que lo sitúa entre los huracanes más intensos jamás registrados en el Atlántico.
Durante la madrugada del martes, Melissa golpeó con fuerza de categoría 5, la máxima en la escala Saffir-Simpson. Gracias a la tecnología ya habíamos podido observar una catástrofe de este nivel.
Este nuevo huracán ha dejado su paso una devastación casi total en algunas zonas del sur y oeste de Jamaica: viviendas destruidas, árboles arrancados y cortes de electricidad masivos han sido las primeras consecuencias de un fenómeno que ya ha obligado a evacuar a más de 735.000 personas antes de continuar su rumbo hacia Cuba, donde mantiene categoría 4.
Los satélites, los ojos que todo lo ven desde el espacio
La imagen captada por Copernicus no es solo una postal impresionante: es una herramienta vital para gestionar emergencias y coordinar rescates.
Los satélites Sentinel-2, parte del programa Copernicus de la Unión Europea y la Agencia Espacial Europea (ESA), están diseñados para observar la superficie terrestre con una resolución de hasta 10 metros por píxel. Gracias a su capacidad para registrar información en diferentes longitudes de onda, permiten analizar nubes, precipitaciones, humedad del suelo e incluso el movimiento del agua.
En el caso de huracanes, estos satélites facilitan la cartografía rápida de daños, ayudan a prever inundaciones y permiten a los equipos de emergencia acceder a información casi en tiempo real sobre las zonas afectadas.
El sistema trabaja junto con otros satélites meteorológicos como Meteosat, Suomi NPP, Himawari-9 o el reciente GOES-U, lanzado por la NASA y la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos) este mismo año. Este último ofrece una resolución temporal de apenas 30 segundos, permitiendo seguir la evolución de una tormenta casi en directo.
Inteligencia artificial para anticiparse a los desastres
La tecnología espacial se combina ahora con inteligencia artificial para mejorar las predicciones y reducir el impacto humano y económico de estos fenómenos extremos.
Empresas como Google ya entrenan modelos de IA capaces de predecir la trayectoria y el punto de impacto de un huracán con hasta una semana de antelación, gracias a su iniciativa Weather Lab, que combina datos meteorológicos, satelitales y de radar en tiempo real.
En España también hemos puesto nuestro granito de arena: un grupo de investigadores ha desarrollado un sistema basado en IA que analizan grandes volúmenes de datos atmosféricos —presión, temperatura, humedad, velocidad del viento— para identificar patrones que preceden la formación de huracanes.
Robots marinos y drones: dentro del ojo del huracán
La observación ya no se limita al espacio. En los últimos años, la NOAA ha desplegado robots marinos llamados ‘saildrones’, embarcaciones autónomas que se adentran directamente en el interior de los huracanes. Equipadas con cámaras y sensores, son capaces de medir temperatura del mar, dirección del viento, altura de las olas y presión atmosférica, enviando los datos en tiempo real a los centros de predicción.
Estos dispositivos han llegado a registrar olas de más de 15 metros y vientos superiores a los 220 km/h, algo imposible de conseguir con instrumentos tradicionales. Su objetivo es mejorar la comprensión de cómo los océanos alimentan los huracanes, una de las claves para afinar los modelos climáticos del futuro.
También se están utilizando drones aéreos que vuelan sobre el ojo del huracán para medir las corrientes de aire y detectar cambios bruscos en la presión, lo que permite ajustar los modelos de predicción en cuestión de minutos.
Desde tu móvil: cómo seguir la trayectoria de Melissa
Además de los sistemas científicos, cualquier ciudadano puede hoy seguir la evolución del huracán Melissa desde su propio teléfono.
Google Maps, en colaboración con el Centro Nacional de Huracanes (NHC) y otras agencias meteorológicas, muestra en tiempo real la trayectoria prevista del ciclón, así como las zonas en alerta y los momentos de mayor intensidad.
Esta herramienta se actualiza cada pocas horas y se ha convertido en una referencia tanto para los residentes del Caribe como para los turistas o los servicios de emergencia locales.
La magnitud del huracán Melissa no solo demuestra la fuerza del cambio climático, sino también la importancia de la tecnología para mitigar sus efectos.
La combinación de satélites, inteligencia artificial, robótica marina y aplicaciones accesibles al público está cambiando por completo la forma en que se observa, se entiende y se responde a los huracanes.
