Publicado: junio 3, 2025, 3:02 am
El de 2025 ha sido el mejor primer cuatrimestre del año para el sector turístico desde que se tienen registros, como también lo fue el de 2024. La llegada de turistas extranjeros lleva año y medio marcando mes tras mes récords mensuales consecutivos, según datos del INE. Los incrementos en el volumen de visitantes se superponen registro tras registro convirtiendo cada mes en el mejor de su serie histórica en cuanto a afluencia de viajeros foráneos, un crecimiento continuado desde que en 2023 se apuntalara la recuperación tras el parón provocado por la covid-19 y que ha llevado al sector turístico a niveles inusitados hace unos años. En abril de este año visitaron España prácticamente la misma cantidad de turistas que lo hacían antes de la pandemia en los meses de junio, pistoletazo tradicional de la temporada alta.
En el cuarto mes de 2025 llegaron al país 8,6 millones de viajeros internacionales, un 10,1% más que en el mismo mes del año pasado. Este incremento, alimentado por el tirón de Semana Santa —este año cayó en abril, a diferencia de la de 2024, que coincidió en la última semana de marzo— permitió batir el récord 7,8 millones de turistas recibidos en el mismo mes del año pasado, renovando así por tercer año consecutivo el techo de la serie histórica para un mes de abril. Y es que la subida del último año se suma al alza del 7,7% anotado un año antes.
Desde 2019, el volumen de turistas extranjeros llegados a España en abril se ha incrementado un 19,9% hasta el punto de que la marca de 2025 no solo supera con creces los 7,1 millones de visitantes recibidos por aquel entonces, sino que roza el volumen prepandemia de viajeros en meses de más afluencia como los de junio y septiembre. En el sexto y noveno mes del año de 2019, por ejemplo, España recibió respectivamente 8,8 y 8,9 millones de turistas internacionales, cifras cercanas a las anotadas también en 2018. Y eso que junio y septiembre acostumbran a ser, junto a julio y agosto, la temporada de más llegadas, dada la fuerte estacionalidad del turismo de sol y playa.
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Más del 40% de visitantes extranjeros que España acoge cada año se concentran en los cuatro meses estivales, aunque el ‘boom’ turístico de los últimos años ha empezado a limar sutilmente el pico veraniego en la curva de llegadas. Según los datos del INE, en 2019 se contabilizaron cerca de 37,7 millones de visitantes entre junio y septiembre, el 45,1% del récord de 83,5 millones recibidos en el conjunto del año. Tras el parón de la pandemia, la plena recuperación de la normalidad y las ganas de viajar y el ahorro acumulados zarandearon los registros para anotar un nuevo récord anual en 2023 con la llegada a España de 85,2 millones de turistas extranjeros, de los cuales el 43,9% se aglutinó entre junio y septiembre (37,4 millones). En 2024, el peso de estos meses estivales volvió a bajar ligeramente hasta concentrar el 43,4% de los cerca de 94 millones de visitantes foráneos que viajaron al país, nuevo récord anual.
Esta evolución refleja cómo el ‘boom’ turístico pospandemia ha sido intenso tanto dentro como fuera de la temporada alta, lo que ha contribuido a avanzar hacia la desestacionalización del sector. La subida interanual del 10,1% registrada en abril de este año ha sido la más pronunciada desde el alza del 10,4% registrado en noviembre, aunque el crecimiento en la afluencia de visitantes ha sido ininterrumpido desde que a mediados de 2021 comenzara la recuperación del sector tras el parón de la pandemia. De mantenerse el ritmo de subida de los últimos cuatro meses —España ha recibido entre enero y abril un 7,1% más de turistas que el año pasado, un total de 25,6 millones—, en mayo podrían haber llegado al país tantos viajeros como lo hicieron en julio de 2019.
«La temporada baja cada vez es menos baja», celebraba este lunes en este sentido el ministro de Turismo, Jordi Hereu, en reacción a los datos de afluencia de turistas y gasto publicados por el INE, poniendo en valor la mayor regularidad de esta actividad a lo largo del año y su consecuente valor añadido. «Hay que trabajar mucho en la transformación del modelo para mantener el liderazgo que España tiene en el sector turístico internacional, pero es una gran aportación a la economía y al bienestar de España», recalcaba, subrayando que «crece el número de visitantes, pero, por encima de eso, crece la inyección de prosperidad que estos hacen en nuestra economía». Y es que el gasto que los turistas hacen durante sus viajes a España lleva tiempo creciendo a mayor ritmo incluso que el volumen de llegadas.
En lo que va de año los visitantes extranjeros han desembolsado a lo largo de sus estancias 34.333 millones de euros, un 9,3% más que entre enero y abril de 2024. Solo en el cuarto mes de 2025 los 8,6 millones de turistas recibidos gastaron 10.826 millones de euros, un 14,1% más que hace un año y un 11,8% más que en junio de 2019 con un nivel de afluencia similar, por ejemplo. Detrás de este aumento del gasto no solo está la llegada de un mayor volumen de turistas, sino también el hecho de que el desembolso que se hace por persona es cada vez más elevado. Solo en el último año el gasto medio por turista se ha incrementado un 3,7% hasta alcanzar los 1.264 euros por cabeza, mientras que en 2019 no llegaba a los 1.000 euros, aumentando un 28,1% en seis años.