Publicado: noviembre 29, 2025, 5:30 am
El año avanza hacia ese punto en el que los mercados empiezan a sentir el peso de cada sesión. Las cuentas se recalculan casi a diario y las expectativas se ajustan sin descanso. El Ibex 35 se ha pasado buena parte de este curso celebrando máximos, batiendo previsiones y dejando la impresión de que nada podía torcerse. Sin embargo, siempre hay hueco para las excepciones y el calendario les recuerda que queda menos margen para remontadas de última hora.
Puig, Cellnex, Amadeus, Rovi, Redeia y Telefónica forman este pequeño grupo que ha convivido con una realidad distinta. No han sufrido derrumbes escandalosos ni crisis internas que expliquen un desplome, pero sí se han movido con una cautela que contrasta con la energía del resto del selectivo. El resultado es un retrato heterogéneo donde conviven historias nuevas, planes de reorganización, ajustes estratégicos y la clásica sensibilidad del mercado ante cualquier señal macroeconómica.
Cuando las expectativas pesan más que la cotización
Puig es quizá el caso más singular. La compañía aterrizó en el parqué en 2024 con una expectación notable y un precio que en sus primeras semanas superó los 27 euros. Con el tiempo la cotización ha ido perdiendo altura y hoy se mueve cerca de los 15 euros. Una caída que supera el 16% en el año y que contrasta con el tono positivo de los analistas que siguen la compañía.
Reuters mantiene un precio objetivo medio por encima de los 19,5 euros y algunas firmas como Bernstein prevén avances mucho mayores. La diferencia entre los modelos y el mercado recuerda lo que tantas veces señala Renta 4 cuando una compañía debuta con fuerza. La pantalla necesita tiempo para digerir expectativas y ordenar precios. La sensación es que cualquier giro en el sentimiento podría tener impacto rápido porque el valor aún está construyendo su propio historial en bolsa.
Entre la reordenación de las “telecos” y la paciencia del inversor
Cellnex se mueve en un plano diferente. El grupo de infraestructuras de telecomunicaciones acumula un retroceso que supera el 15% en lo que va de año. Este castigo coincide con un proceso de reorganización de activos y con un plan corporativo que incluye amortizaciones de acciones y una retribución al accionista que alcanzará los 1.000 millones de euros en 2026, según las estimaciones presentadas en su Capital Market Day.
En este caso, Morgan Stanley señala que la empresa se encuentra en la fase inicial de un ciclo de consolidación en Europa que podría intensificarse en Reino Unido, Francia, España e Italia. Bloomberg recoge un potencial del 57% y Santander coloca el valor cerca de los 46 euros, desde los 25,85 en la actualidad.
El impacto del dólar
La historia de Amadeus transcurre entre variables globales. La tecnológica retrocede más de un 6% en 2025 en un ejercicio marcado por una confianza empresarial más débil en Estados Unidos y una evolución del dólar que ha dejado de favorecer sus resultados.
El 96% de su facturación depende de mercados internacionales y cada oscilación del entorno económico se refleja en sus previsiones. A pesar de ello las estimaciones siguen siendo constructivas y Reuters sitúa su precio objetivo medio por encima de los 78 euros.
Calma relativa dentro del ruido del Ibex 35
Rovi aparece en esta lista con un retroceso mucho más suave. La farmacéutica se deja poco más de un 4% y mantiene un perfil distinto al del resto de compañías. La compañía forma parte del grupo de valores del Ibex que no tienen recomendaciones de venta entre las casas de análisis que las siguen.
En el caso de Jefferies, la firma ha mejorado recientemente su valoración y el consenso del mercado prevé un recorrido que se acerca al 40%. El interés por su negocio de fabricación para terceros y los últimos acuerdos internacionales han reforzado la lectura de los analistas. Su comportamiento en bolsa, más estable que el de otros valores incluidos en este grupo, no ha impedido que esté todavía por debajo de sus máximos del año.
Una defensiva en horas bajas
Redeia mantiene un perfil más sobrio. Su retroceso ronda el 3% y mantiene la atención de los inversores por su papel en la gestión de redes eléctricas. Su negocio se mueve en un entorno regulado y las revisiones de tarifas influyen en las expectativas de ingresos.
El mercado observa además el impacto que pueden tener las inversiones en redes de transporte dentro del plan energético nacional. Reuters recoge un precio objetivo medio estable en torno a los niveles actuales cercanos a los 15 euros y un potencial más reducido que en otros casos. Aun así, la compañía figura entre los valores defensivos en carteras que buscan estabilidad en un contexto de elevada volatilidad macroeconómica.
Cambio de ciclo en el dividendo
Telefónica completa el grupo con una caída cercana al 1,5% y una evolución marcada por la evolución de su dividendo. La operadora ha mantenido un año relativamente estable hasta que el anuncio de un recorte del 50% en la retribución prevista para 2026, que ha degenerado en un periodo de ajustes en las previsiones del mercado.
Reuters explica que este movimiento forma parte de una estrategia para reducir deuda y reforzar el balance con vistas a una etapa de inversión más selectiva. La decisión afecta a las expectativas de flujo de caja y condiciona la manera en que los inversores interpretan su evolución a medio plazo.
En estas semanas finales el mercado afina la mirada. Las actualizaciones en las carteras marcarán el tono de las próximas semanas. Los inversores seguirán atentos a los movimientos en los volúmenes y en los niveles técnicos que pueden anticipar si este grupo de rezagados encuentra espacio para mejorar sus cifras antes de quedar marcados como las excepciones que no pudieron apuntarse a la fiesta del Ibex 35 en 2025.
