Publicado: julio 1, 2025, 5:30 pm
Los entendidos y los amantes del audio usan auriculares como los de la mayoría de usuarios, de bastón y con almohadillas de silicona. No obstante, reservan momentos para sumergirse en la música o en los visionados de la mano de los auriculares de diadema, una vertiente en la que entra con fuerza Nothing con sus Headphone (1).
Era cuestión de tiempo que la marca británica se estrenara en la faceta. Lo hace después de llevar cuatro años destacando por el nivel de sus auriculares in-ear y de salirse de vez en cuando de su ámbito de acción para ofrecer llamativas variantes como los Nothig Ear (open) y, antes, los Nothing Ear (stick), unos half in-ear recordados por su estuche cilíndrico.
Los Nothing Headphone (1) constituyen un debut que bien merece pasarse a los auriculares de diadema, en concreto a los de tipo over-ear. Su calidad de sonido y su atípico diseño se conjugan con una estupenda calidad-precio. La primera sorpresa está en su importe. De gama alta, con la premium por encima, cuestan 299 euros pero por lo que ofrecen no hubiera extrañado nada que implicaran un desembolso de 350 ó incluso 400 euros. De hecho, choca que no valgan más.
Especificaciones técnicas principales de los Nothing Headphone (1)
- Driver dinámico de 40 mm
- Cancelación de ruido híbrida de 42 dB
- Modo transparencia
- Audio espacial
- Batería: 1.040 mAh
- Hasta 80 horas de autonomía (con la ANC desactivada)
- Bluetooth 5.3
- Compatibles con Android e iOS
- Configuración con Nothing X
- Conexión doble
- Integración con ChatGPT
- Peso: 329 gramos
- Precio (momento lanzamiento): 299 euros
Diseño: Nothing, siempre diferente
Conociendo a Nothing, estaba claro que la compañía no iba a ir a lo típico. Su diferencia empieza en el diseño, en el que por supuesto introduce el factor transparente que tanto le gusta, rasgo que otorga personalidad a la cámara acústica.
Los elementos interiores que deja intencionadamente al descubierto desprenden un carácter muy Nothing y revisten sugerencia por ese motivo y porque remiten a los viejos y queridos casetes, asociados a la juventud de muchos.
También se salen del molde si se atiende a la forma. En lugar de redondos, son rectangulares, con el aluminio entre sus materiales. No pasa desapercibido el detalle de la profundidad de sus orejeras, encaminado a la comodidad. Estas almohadillas cuentan con espuma viscolástica.
Lanzados en blanco o en negro (la plasmación luce más en el primer color), pesan 329 gramos, lo que se nota al coger la diadema con la mano pero no al colocarla en la cabeza. Las orejas quedan bien recogidas durante las sesiones sonoras. No obstante, durante los usos prolongados inevitablemente puede surgir cierto cansancio muscular, lo mismo que ocurre con alguno de los oídos cuando se lleva horas con los auriculares in-ear.
En todo caso, aquí la molestia, si se presenta, se debe principalmente a la ocasional sensación de sudor al quitarse el dispositivo. Acerca de este, las almohadillas están diseñadas para resistirlo.
Controles: más rodillo, por favor
Nothing se decanta por habilitar controles físicos, los cuales se distribuyen en el auricular derecho, siguiendo las costumbres propias el que tiene el detalle rojo. Por si hubiera dudas, a uno y otro lado, en la parte interior de la diadema, pone right y left.
Estos controles hablan también del singular diseño. A la derecha de la cámara acústica transparente figura un botón ideado para la función Channel Hop y moverse por apps como Spotify, Apple Music o YouTube Music y elegir entre contenidos favoritos. Solo está disponible si se usa con móviles Nothing. Si se tiene otro smartphone, el botón sirve para activar el asistente de IA predeterminado o ChatGPT, la segunda función contemplada.
Este botón es el control habilitado que abierto a una mayor personalización, ya que los demás están bastante más acotados, lo que tampoco importuna. Si se desea, puede emplearse para el audio espacial, el control de ruido… Los ajustes se realizan en la app Nothing X.
Asimismo, volviendo a su uso con el Phone (3) (más adelante se extenderá a más teléfonos Nothing), este botón da pie a grabar notas de voz y llevarlas a Essential Space, la memoria impulsada por IA para almacenar ideas e informaciones.
En el lateral del auricular derecho aparecen la rueda (roller) y la palanca (paddle). La primera se incluye para reproducir o pausar, para el control de ruido (la cancelación de ruido, el modo transparencia) o, si se mueve a la derecha o la izquierda, para subir y bajar el volumen. Por el sonidito, muy ASMR, que lleva aparejado, este deslizamiento lateral es satisfactorio y adictivo. Todo un acierto el ‘rodillo’.
A la palanca se recurre para pasar a la siguiente canción, volver a la anterior, contestar o colgar llamadas o, si la aplicación de terceros lo admite, adelantar y rebobinar la pista.
No hay que olvidarse de que en este auricular derecho se encuentra un cuarto control, la pestaña para encender o apagar los auriculares, acompañada de una luz LED blanca que lo confirma (se torna roja cuando la batería baja). A su lado, en la parte inferior, se encuentran el puerto USB-C para el cable de carga y un jack de 3,5 mm para conectarlos con cable a otros dispositivos, un buen detalle clásico.
Sonido envolvente
Los Headphone (1) favorecen con creces lo envolvente, desplegando un sonido rico y nítido para el que Nothing ha contado con el respaldo de la también británica KEF. La magia se sustenta en el driver dinámico de 40 mm, en la cancelación de ruido y en el juego que otorga el audio espacial.
La cancelación de ruido, híbrida y de hasta 42 dB, tiene cuatro grados: baja, media, alta y adaptativa. Probar los auriculares durante un vuelo o durante un trayecto en tren y escuchar solo sonidos minimizados de fondo da fe del desempeño de la ANC. Junto a esta no faltan sus alternativas, el modo transparencia y el cerrado.
El audio espacial merece una mención especial en virtud de la opción de que fluya en consonancia con los movimientos de la cabeza (la función ‘Seguimiento de la cabeza’). En el cauce de lo perdonable, tiene la pega de que en ocasiones, cuando lleva usándose un rato, el audio espacial se queda ‘quieto’ en un lado a pesar de que uno no haya movido la cabeza.
El sonido se beneficia además del refuerzo de graves (cinco niveles) y del ecualizador, simple y con modos recurrentes en los dispositivos Nothing o avanzado para los más pro.
En cuanto a otras opciones de configuración, Nothing X ofrece el modo de latencia baja, elegir entre el códec de audio AAC o LDAC, la conexión doble, la detección automática o la función para encontrarlos si se pierden.
Hasta 80 horas de aguante
Los in-ear suelen agradar bastante en términos de autonomía. Sin embargo, los auriculares circumaurales llevan el aguante más allá. Con una batería de 1.040 mAh (por comparar, los recientes CMF Buds 2 Plus, de la submarca de Nothing, llevan una de 460 mAh), los Headphone (1) pueden durar hasta 80 horas con la cancelación de ruido desactivada.
Si la ANC está puesta, alcanzan las 35 horas sin recurrir a la carga. Si medimos su resistencia en llamadas, puede hablarse entre 37 y 53 horas seguidas. Aunque la cancelación se ponga a ratos, el rendimiento de la batería seduce. Se cargan al completo en dos horas, con el matiz de que cinco minutos de carga bastan para volver a la inmersión unas horas más.