Publicado: mayo 22, 2025, 9:33 am
La figura pública de Máxima de Holanda está en entredicho. Y, además, lleva siendo así unos días, si bien las últimas críticas dejan entrever que es algo que podría venir de mucho antes, solo que hasta ahora no había salido a la luz. Sin embargo, ha sido en el viaje oficial a Sudáfrica donde la esposa de Guillermo Alejandro de Países Bajos ha molestado incluso a su propia cohorte de periodistas con unos desplantes y una conducta que no han sentado nada bien al gremio.
Todo empezó con el plantón que Máxima de Países Bajos, de 54 años, le dio a los fotógrafos que se apostaban en el aeropuerto de Ciudad del Cabo para recibirla. Era algo sorprendente que la reina, quien tiene fama, entre otras cosas por sus orígenes argentinos, de ser alguien afable, cercano, muy simpática y dicharachera con los medios, decidiera motu proprio que no le tomaran imágenes a su llegada a una de las capitales sudafricanas sin dar más explicaciones.
Pero aunque se podría haber quedado ahí, en una mala tarde o en un gesto despectivo pero quizá incluso subsanable de cara al futuro, se hizo más evidente su desdén hacia los medios gráficos cuando esa misma noche, muy sonriente y alegre, se puso incluso a bailar en una recepción en la que, desde luego, no había ni rastro de ese «mal humor» que decían que tenía cuando bajó del avión.
Un cambio de actitud que no ha dejado pasar Rick Evers. El periodista es quien ha alzado la voz a través de las redes sociales para criticar con muchísima dureza a la madre de las princesas Amalia de Orange y Alexia y Ariane de Orange-Nassau. Y es que Evers es uno de los encargados de seguir casi en todos sus viajes a la familia real neerlandesa y, no solo es un experto en la misma, sino incluso en la figura de Máxima, sobre la que ha llegado a escribir un libro.
Por ello se ha visto impelido a cambiar un poco la concepción pública de la reina a través de las redes. «La reina Máxima ha aterrizado esta noche en Ciudad del Cabo. Los medios oficiales que hemos sido escoltados hasta el aeropuerto para informar sobre su llegada estamos decepcionados: Su Majestad estaba de mal humor y no ha querido que le echen fotos. Qué buen comienzo», escribió Evers junto a una caricatura de la monarca, con mala cara, bajando del aeroplano y tapándose el rostro para no salir en las fotos.
Y Evers ha recibido una contestación quizá que no esperaba o todo lo contrario, porque tenía su respuesta prácticamente lista. Una usuaria le ha afeado al periodista sus críticas a Máxima de Países Bajos, puntualizando que hay momentos en los que una mujer «puede no sentirse físicamente bien después de un vuelo» y que por ello no querría que la fotografiasen. «¿Cómo puedes ser tan cruel? Espero que cuando te ocurra algo así y pidas lo mismo, lo puedas llegar a comprender», ha finalizado.
Pero el periodista, lejos de enterrar el hacha de guerra, ha sido tajante en su cruzada contra la monarca, dejando claro en su última frase que el pueblo no conoce a la bonaerense tanto como cree: «La prensa ha pagado una fortuna para cubrir la visita. Se había acordado que habría una sesión de fotos en el aeropuerto. Y la prensa ha esperado durante horas. Si tuviera algo de humanidad, le habría pedido a su secretaria que al menos le enviara un mensaje al jefe de prensa. O que se lo pidiera amablemente después de aterrizar. Pero no, ha mostrado su verdadera cara…».
Esta situación es incluso novedosa para la familia real neerlandesa, sobre todo porque los reyes de Países Bajos son conocidos por el escrutinio que tienen sobre todo lo que se publica acerca de ellos, algo que se ha exacerbado desde que su primogénita y heredera al trono recibiese varias amenazas de secuestro por parte de la mafia. De ahí que las palabras de Evers hayan sorprendido a más de uno, dado que incide en una faceta de Máxima que era desconocida, que sí era vox populi entre los periodistas que siguen a la monarquía Orange y que apenas si había mostrado hasta ahora.
Se da la curiosidad de que nada de esto ha perturbado por ahora el viaje de Máxima en el país africano, pues en su segunda jornada, para la cual se trasladó a Johannesburgo, ha participado en una charla informal del Foro de Finanzas Responsables del G20 dado que ella es Presidenta de Honor de la Alianza Global del G20 para la Inclusión Financiera así como Defensora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Salud Financiera.
Habrá que esperar, eso sí, para saber qué consecuencias pueden tener las palabras de Evers, puesto que por ahora no se han tomado medidas. Sin embargo, sus palabras han tenido un calado importante, ya que ha roto la imagen de perfección que siempre se intenta mostrar desde la casa real que presiden Guillermo Alejandro y Máxima de Países Bajos.