Publicado: abril 20, 2025, 3:12 pm
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, sorprendió este sábado con la declaración de un alto el fuego temporal, de apenas 30 horas y coincidente con la Pascua ortodoxa, en su invasión de Ucrania. El líder ruso pidió reciprocidad a Kiev, pero en todo caso, ya desde los inicios de la tregua se percibió su extrema debilidad, con acusaciones mutuas de ruptura de la misma entre Moscú y la nación invadida. ¿Qué buscaba entonces Putin con este movimiento?
En primer lugar, hay que tener en cuenta el momento en el que Putin anunció el alto el fuego: fue apenas unos días después de que Estados Unidos, por medio de su secretario de Estado, Marco Rubio, y del propio presidente Donald Trump, amagara con abandonar la mesa de negociaciones de paz en Ucrania ante la falta de compromiso de ambas partes por alcanzar un acuerdo.
Washington reclamó una señal inequívoca de que Moscú tiene algún interés en la paz, y esta señal podría ser la tregua de Pascua ortodoxa, por breve, endeble y falta de compromiso que haya sido.
En todo caso, una tregua de estas características, y en las condiciones en las que se decretó, no ha tenido una base sólida. Lo crudo de los combates en el frente hacen que sea difícil que las tropas de primera línea puedan detener de manera súbita e inmediata las hostilidades, por lo que era previsible que incluso después del anuncio realizado por el Kremlin, se siguieran produciendo ataques en distintos puntos, tal y como denunció Ucrania desde un primer momento este sábado. El propio Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, propuso un alto el fuego que se prolongara más allá de este domingo, pero Putin dio una ventana muy concreta: hasta la medianoche de este domingo de Resurrección, hora de Moscú.
Existe otra posibilidad detrás de la estrategia de Putin. Llama la atención que el presidente ruso dijera que el alto el fuego serviría para demostrar si Ucrania está dispuesta a cumplir los acuerdos y participar en las negociaciones de paz «destinadas a eliminar las causas profundas de la crisis ucraniana».
El Institute for the Study of War, un think tank estadounidense especializado en conflictos bélicos y geopolíticos, desarrolló este domingo en sus redes sociales la teoría de que Putin haya activado este alto el fuego sin otro fin que afirmar que Ucrania no lo cumple, bien sea porque no puede o porque no quiere, e independientemente de que las tropas rusas tampoco hayan detenido su ofensiva en el frente.
Este hipotético desprecio de Ucrania a la tregua serviría a Moscú como argumento para adoptar posiciones más ventajosas en la mesa de negociación con Estados Unidos. El mensaje del Kremlin es, por lo tanto, que ellos apuestan por medidas de paz, como el alto el fuego de Pascua, pero Ucrania las sabotea… sea cierto o no.
Sin ir más lejos, el Ministerio de Defensa de Rusia acusó a Ucrania de atacar durante la noche del sábado al domingo sus posiciones en la región de Donetsk, y aseguró que Kiev lanzó durante la noche 48 drones de ala fija, uno de los cuales tuvo como objetivo la anexionada península de Crimea.
Este domingo Ucrania no ha dudado en acusar a Rusia de fingir estos ataques ucranianos en Donetsk. El Centro de Lucha contra la Desinformación de Ucrania publicó en Facebook: «Los rusos organizaron una provocación en Donetsk para acusar a Ucrania de violar la ‘tregua de Pascua’ que habían declarado». «El objetivo de tales acusaciones es acusar a Ucrania de falta de voluntad para avanzar hacia la paz y crear una imagen de Putin como supuesto pacificador», añadieron.
Este mismo organismo, además, se une a Zelenski en las acusaciones de que Rusia no está respetando su propio llamamiento al alto el fuego, ya que según sus datos, en las primeras seis horas tras la tregua «se produjeron 387 bombardeos y 19 operaciones de asalto por parte del Ejército ruso, los rusos utilizaron drones en 290 ocasiones».
«En realidad, los propios rusos no respetan su supuesto alto el fuego y siguen asaltando y bombardeando», declaró el Centro de Lucha contra la Desinformación de Ucrania.
Así las cosas, el movimiento de Putin decretando un alto el fuego que sabía que Ucrania no podría cumplir (y aunque lo hiciera, la iba a acusar de romperlo) no hace sino precisamente alejar las perspectivas de una posible tregua de larga duración, y sí que parece un movimiento para tomar posiciones de cara a Estados Unidos en las negociaciones de un final pactado a un conflicto que comenzó hace tres años y casi dos meses y cuya cifra de víctimas ronda el millón de personas.