Publicado: abril 16, 2025, 9:10 am
Cuando los drones y misiles rusos perforan los cielos nocturnos de Ucrania y truena la defensa aérea, Olga Klimova duerme con sueño profundo en un abarrotado hospital psiquiátrico. «Tomo mi medicamento y duermo profundamente, no escucho nada», cuenta riendo la mujer de 44 años en una entrevista con Afp. En sus sueños recuerda su pueblo: Kiselivka en el sur de la región de Jersón. Klimova, quien sufre de esquizofrenia, fue evacuada a cientos de kilómetros al norte, a un hospital psiquiátrico en la ciudad central de Poltava, donde permanece internada. No ha sabido de sus familiares, muchos de ellos ancianos, desde el inicio del conflicto. «Ellos saben que estoy en Poltava. Estoy esperando el fin de la guerra para verlos «, aclaró. Ucrania ha evacuado a miles de pacientes de los hospitales psiquiátricos durante la guerra, según médicos consultados por Afp. Encima de los pacientes existentes, la devastación ha dado origen a una enorme crisis de salud mental, tanto entre militares como en la población civil. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 9,6 millones de ucranianos están en riesgo de vivir con un problema de salud mental, casi un cuarto de la población antes de la guerra. El sistema estatal de psiquiatrÃa está desbordado. Oles Teliukov , un médico del hospital psiquiátrico de Poltava teme que la crisis del sistema se agrave antes del fin de la guerra. Alrededor de 10% de los 712 pacientes del hospital fueron desplazados por los combates, en su mayorÃa de las regiones de Jersón, Donetsk, Lugansk y Járkov. Entre ellos habÃa evacuados de Jersón, como Olga Beketova , de 47 años, quien también sufre de esquizofrenia. Recuerda haber quedado sin su medicamento durante semanas cuando la región de Jersón estaba bajo ocupación rusa y se produjo una severa escasez de medicamentos. Apoyada en un bastón, declaró que sufrió un derrame cerebral en 2024, que atribuyó a «toda la ansiedad». En medio de la escasez de medicamentos, en su mayorÃa importados, algunas organizaciones de ayuda exterior comenzaron a suministrarlos. El médico francés Christian Carrer fundó el grupo humanitario AICM que apoya a las clÃnicas ucranianas, incluidos los hospitales psiquiátricos. Le preocupan los «pacientes refugiados» y el deterioro del sistema. «Es complicado (…) Hay pacientes que estaban enfermos antes de la guerra y otros que se enfermaron después porque sufrieron traumas «,afirmó. Su ONG entregó en marzo al hospital de Poltava medicamentos para la epilepsia y suministros para tratar convulsiones y esquizofrenia. «Entregamos productos que reducen los efectos de la esquizofrenia (…) pero sin atontar al paciente», explicó. La invasión rusa redujo los planes ucranianos de modernizar su sistema de salud. Una reforma de 2017 nunca llegó a las unidades psiquiátricas, que mantienen mucho de la era soviética.