Publicado: septiembre 7, 2025, 3:30 am
Es un oasis en un mar de espacio público ocupado masivamente por los turistas. Una aldea gala de uso vecinal. Pero de gran carga simbólica. Barcelona acaba de trasladar su programa de juego en las plazas a dos espacios que los vecinos han abandonado hace tiempo: el entorno de la Sagrada Familia (en el Eixample) y la plaza Reial (Ciutat Vella). Una conquista acotada en el espacio y el tiempo: una mañana y una alfombra de césped llena de juguetes, estanterías con juegos de mesa, bancos, grandes mesas, y juegos de madera de tamaño gigante. El programa, en fase de piloto, forma parte de la gestión de los llamados EGA (espacios de gran afluencia) y busca reconquistarlos para uso vecinal. “Aquí no veníamos nunca, es horrible, de aquí los vecinos huyeron hace tiempo”, celebraban este sábado Sílvia y Pedro, abuelos de Yerai, de dos años, sentados y jugando en la plaza de la Sagrada Familia.