Publicado: julio 10, 2025, 8:49 am
No hay duda de que la inesperada y repentina muerte de Michu ha causado conmoción entre su círculo más cercano, es decir, su madre y su hermana. Pero también lo ha hecho en su familia política, encabezada por José Fernando Ortega, con quien vivió una relación de altibajos pero con el que también tuvo hace ocho años a su hija, llamada Rocío.
Precisamente todos los focos se ponían sobre el joven en estos duros momentos. La última vez que habían intentado volver fue hace un año, en 2024, cuando Michu se quedó embarazada aunque tuvo que abortar a los dos meses.
Ambos mantenían una buena relación y una bonita amistad, sobre todo por el bien común de su hija. Por eso, no es de extrañar que José Fernando esté consternado por la muerte de su expareja.
«Está mal, está mal, como es normal», señalaba hace unas horas la diseñadora Aurora Gaviño, buena amiga de la familia, a las puertas del tanatorio, sobre el estado anímico del hijo de Ortega Cano. «Ahora lo importante es la niña», zanjaba, sin dar más detalles.
Presentes en el sepelio
Todo el clan Ortega Cano ha acudido al entierro de Michu Rodríguez. El sepelio ha permitido ver a los hijos del torero, Gloria Camila y José Fernando, con los hijos de Rocío Carrasco, Rocío y David Flores, que están muy unidos al que fuera marido de su abuela, la gran Rocío Jurado.
También ha estado la hermana de la Jurado, Gloria, y otros familiares que han arropado a la madre y hermana de Michu en el cementerio de Arcos de la Frontera (Cádiz), donde vivía la joven, de 33 años, con su hija. Aun así, el trato entre Ortega y la madre de Michu ha sido frío. Ambos quieren la tutela de la hija de Michu y José Fernando.