Publicado: diciembre 4, 2025, 1:02 pm
El rescatista de animales Frank Cuesta vuelve a ver cómo terceros le ponen en la picota judicial y hacen peligrar su libertad. Tres nuevas denuncias anónimas le llevarán de nuevo a los juzgados, después de haber resuelto positivamente todos sus anteriores conflictos.
«Son muchos procesos seguidos y es posible que en algún momento consigan meterme en la cárcel un tiempo«, dice el animalista a este medio, aunque promete hacer un directo para explicarlo en su canal de YouTube esta tarde noche.
«Hay tres procesos que han metido de repente. No tengo ni estrés ni miedo, porque estamos haciendo las cosas bien», dice tras haber puesto los papeles y licencias de su santuario en regla al milímetro, tras la anterior denuncia por posesión ilegal de animales protegidos, que se saldó con una multa de 30.000 bat (unos 800 euros).
«Esto es Tailandia, la ley no funciona como en España, si te caen uno o tres meses, te los tienes que comer. Y más si tienes juicios cruzados. Si tengo un juicio y me caen dos meses de cárcel y lo apelo, no entro, pero si a la vez en otro juicio me cae otro mes de cárcel, sí me meten, entras a prisión», hacía ver Cuesta sobre cómo funcionan las cosas en Tailandia.
«La ley es diferente, es la ley del país en el que vivo y lo tengo que acatar», decía muy seguro del país en que se ha establecido y que ama y donde ha levantado su organización de rescate y recuperación de animales.
«Las denuncias vienen provocadas por ya sabemos quién, que tiene contactos buenos», dice críptico el dueño del Santuario Libertad. Cabe recordar que el archienemigo de Cuesta, un personaje que nunca muestra su rostro y que fue su más estrecho colaborador en el pasado, conocido como Chi, insinuó en uno de sus directos en YouTube que la nueva pareja de la exmujer de Cuesta, Yuyee, tenía buenos contactos, suficientes como para complicarle la vida.
Los vaivenes judiciales de Frank Cuesta no van solo en su contra. Él mismo ha puesto varias denuncias contra personas cercanas a él en el pasado y que en los últimos tiempos se dedicaron a filtrar audios, fotografías íntimas y demás material del herpetólogo.
