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Esta marca le come terreno a Garmin: el Amazfit T-Rex Pro 3 es la mejor alternativa a los Fenix

Publicado: noviembre 27, 2025, 12:15 pm

Los Garmin Fenix son, desde hace años, el rival a batir para cualquier reloj deportivo serio. Son el espejo en el que se miran el resto porque combinan precisión, funciones avanzadas y una fiabilidad que se ha ganado a pulso la fama de referencia del sector. El problema es que todo eso se paga, y caro: incluso con rebajas, siguen moviéndose en cifras que se acercan o superan alegremente los 700 euros en muchos casos.

Ahí es donde Amazfit ha encontrado su hueco, y no es pequeño precisamente. Con el Amazfit T-Rex 3 Pro se planta de lleno en la misma liga de relojes robustos, “de aventura”, pero con un argumento que muchos deportistas agradecen: ofrecer algo muy parecido a un Fenix 8 en espíritu, pero a un precio muchísimo más bajo.

Ahora mismo, gracias a las ofertas del Black Friday, se puede encontrar por solo 323 euros, una auténtica ganga si miras la ficha técnica con calma. Eso sí, es una rebaja temporal y hay que tener claro que, cuando pase la semana de locura, lo normal es que vuelva a rondar los 400 euros, así que si te encaja, no es mala idea adelantarse.

Más de una semana de batería con uso intensivo y linterna LED

Lo primero que llama la atención del T-Rex 3 Pro es su diseño: esto no es un reloj “finito” de oficina, es un tanque pensado para aguantar lo que le eches. La caja de 48 mm combina bisel de titanio con cristal de zafiro en la pantalla, lo que le da un aire muy “táctico” y, lo que es más importante, una resistencia brutal a golpes y arañazos.

Es un reloj ‘outdoor’ de verdad, certificado con resistencia al agua hasta 10 ATM, así que puedes nadar, hacer snorkel o tirarte a una travesía sin miedo. A pesar de ese aspecto de roca, sorprende lo relativamente ligero que es en muñeca, rondando poco más de 50 gramos, lo que lo hace cómodo para llevarlo las 24 horas sin que moleste ni durmiendo ni corriendo distancias largas.

La pantalla es uno de sus grandes argumentos. Monta un panel AMOLED con un brillo máximo que llega a los 3.000 nits, una cifra que compite de tú a tú con relojes bastante más caros. Traducido al día a día, significa que los datos se ven siempre perfectos a plena luz del sol, ya sea en una cima nevada, en mitad de la playa o en una tirada larga por ciudad.

Además, puedes usar modo always-on y hasta una “pantalla nocturna” con tonos más suaves para no deslumbrarte cuando entrenas temprano o tarde. Todo ello se controla con una combinación de botones físicos —clave cuando vas sudando, con lluvia o guantes— y pantalla táctil fluida para moverte rápido por widgets y menús cuando vas más tranquilo.

En el apartado deportivo, el T-Rex 3 Pro llega con más de 180 modos de deporte preconfigurados, desde lo clásico –running, trail, ciclismo, natación en piscina y aguas abiertas– hasta disciplinas más nicho como esquí de travesía, triatlón o entrenamientos de fuerza bien estructurados. El GPS es multibanda y compatible con varios sistemas de posicionamiento –GPS, GLONASS, Galileo, Beidou…–, lo que se traduce en mucha más precisión en zonas difíciles como bosques densos, calles estrechas o montaña con paredes rocosas.

Además, una de las grandes diferencias frente al T-Rex 3 “normal” es que el Pro añade mapas offline y navegación giro a giro. Puedes cargar rutas, seguirlas directamente en la muñeca y hasta crear rutas de ida y vuelta indicando simplemente distancia y dirección aproximada, algo que hasta hace nada estaba reservado a relojes bastante más caros.

El T-Rex 3 Pro por fin incluye altavoz y micrófono integrados, lo que significa que puedes atender llamadas Bluetooth directamente desde el reloj cuando lo llevas vinculado al móvil. Si te entra una llamada en mitad de una caminata o mientras vas en bici urbana, puedes contestar sin sacar el teléfono del bolsillo.

El sonido es más que suficiente para entender y ser entendido en condiciones normales, y se agradece mucho en el uso diario. También integra Zepp Flow, el asistente de voz de la marca, que se apoya en el micrófono para ejecutar comandos sin tocar la pantalla.

Y, aunque no está pensado como un ‘smartwatch’ puro tipo Apple Watch, ese plus de conectividad lo coloca a medio camino entre los relojes deportivos clásicos y los inteligentes, en el buen sentido.

Otro punto que se pedía a gritos y que aquí sí tenemos es el NFC. El T-Rex 3 Pro integra chip para pagos sin contacto, lo que te permite salir a correr ligero y, si te apetece, parar a tomar un café o comprar algo sin necesidad de llevar cartera o móvil encima, siempre que tu banco sea compatible con el sistema de pagos de Zepp.

No está todavía al nivel de la compatibilidad casi universal de Apple o Google Pay, pero es un avance enorme respecto a generaciones anteriores de Amazfit que llevaban el NFC prácticamente de adorno en muchos mercados. Es una función muy útil si te gusta entrenar minimalista y vuelve el reloj todavía más autónomo.

La linterna LED integrada es otro detalle que puede parecer menor hasta que la necesitas. Olvídate de esos apaños de usar la pantalla en blanco: aquí hay una linterna física en el marco, con doble LED blanco y rojo, varios niveles de intensidad, modo Boost para máxima potencia puntual y hasta modo SOS.

En cuanto a batería, el T-Rex 3 Pro mantiene una de las señas de identidad de Amazfit: la autonomía de verdad. Hablamos de alrededor de 25 días de uso típico según el fabricante, y en la práctica, con entrenos regulares, notificaciones y pantalla en siempre activa durante parte del día, es fácil estirarlo a dos semanas largas sin demasiadas concesiones.

Incluso usando mucho el GPS multibanda y la linterna, no entras en el “ansiedad por el cargador” que sí generan otros relojes más brillantes pero mucho más tragones.

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