Publicado: septiembre 9, 2025, 3:30 am
“Hay lugares donde enseñar básicamente significa sacrificar la vida”, nos dijo recientemente un maestro en Norte de Santander, un departamento al noreste de Colombia. A pesar de los acuerdos de paz de 2016 y de las negociaciones en curso entre el Gobierno y los grupos armados no estatales, los ataques contra la educación en las zonas rurales continúan. Solo en los cuatro departamentos cubiertos por nuestra encuesta reciente, documentamos más de 600 ataques contra escuelas, docentes y estudiantes desde 2020. Más de 140 estudiantes y profesores resultaron heridos o muertos en estos ataques.