Publicado: diciembre 1, 2025, 7:40 am
El telescopio espacial James Webb se lanzó a finales de 2021 y, desde mediados de julio de 2022, sigue ofreciendo una resolución sin precedentes para permitir una amplia gama de investigaciones en los campos de la astronomía y la cosmología. Gracias a dicho instrumento, se obtiene más información sobre los orígenes del universo gracias a longitudes de onda del infrarrojo cercano y el infrarrojo medio, teniendo en cuenta que, recientemente, el James Webb ha registrado indicios de lo que podría ser el agujero negro supermasivo más antiguo jamás detectado.
Gracias a los instrumentos del telescopio espacial y el radioobservatorio ALMA de Chile, los datos obtenidos revelan que este agujero negro se encuentra en la galaxia GHZ2, se originó apenas 350 millones de años después del Big Bang, tiene un comportamiento que podría estar asociado a un núcleo galáctico activo alimentado por un agujero negro en pleno crecimiento y, según los análisis, se han detectado líneas de emisión de carbocado ionizado bastante intensas.
Esto último significa que las señales están desplazadas al infrarrojo por la expansión cósmica y requieren fuentes de radiación energéticas, por lo tanto, supone que el comportamiento podría estar asociado a un núcleo galáctivo activo alimentado por un agujero negro en pleno crecimiento. Además, la comprensión actual de la ionización del gas se basa en las regiones cercanas de formación estelar.
Este agujero negro existe desde hace millones de años
Gracias al Espectrógrafo de Infrarrojo Cercano y del Instrumento de Infrarrojo Medio del James Webb, Óscar Chávez Ortiz, doctorando del Departamento de Astronomía de la Universidad de Texas en Austin y autor principal del estudio, revela en análisis que «GHZ2 existe en una época en la que el universo era extremadamente joven, lo que dejaba relativamente poco tiempo para que un agujero negro supermasivo y su galaxia anfitriona crecieran juntos». Además, añade que, «en el universo local, los agujeros negros y las galaxias claramente coevolucionan, pero detectar un sistema así en esta época temprana plantea interrogantes sobre cómo los agujeros negros supermasivos ganan masa tan rápidamente«.
Hay dos hipótesis principales sobre cómo estos agujeros negros supermasivos se forman tan temprano, por lo tanto, esto significa que son «semillas ligeras», que crecen extraordinariamente rápido, o «semillas pesadas», que comienzan con grandes masas.
Podría tratarse de un agujero negro supermasivo hambriento
Por otro lado, el diario especializado Live Science sugiere que «parte de la luz de la galaxia muestra contribuciones de un agujero negro supermasivo hambriento«. No obstante, los investigadores planean obtener más observaciones del James Webb para recopilar espectros de mayor resolución de algunas líneas de emisión.
Además, respecto a su formación, la galaxia podría estar alimentada principalmente por estrellas, si estas fueran supermasivas, con masas de cientos a miles de veces la del Sol. No obstante, existe otra posibilidad de que la luz de la galaxia provenga en parte de estrellas normales y de fuentes más exóticas, como estrellas supermasivas o núcleos galácticos activos.
