Publicado: noviembre 25, 2025, 3:18 pm
Mercadona se ha convertido en un caso de estudio para el Departamento de Agricultura del Gobierno de los Estados Unidos, cuyo servicio exterior ha publicado hace unos días un informe en el que analiza a los principales grupos de distribución alimentaria en España , con especial mención a Mercadona. Sobre la compañía presidida por Juan Roig, el ‘Ministerio’ de Agricultura de Trump destaca su posición de liderazgo en el mercado español «con casi tres veces más de ventas que su mayor competidor, Carrefour» En esta línea, lo considera «un fenómeno cultural en España, conocido por sus amplia oferta de comida española y sus marcas blancas, entre ellas, Hacendado».
En su estudio, la administración Trump destaca que «las marcas blancas son muy populares en España, impulsadas por la sensibilidad del consumidor hacia el precio y el valor» y cita un estudio de Aldi en el que estiman que un 44% del presupuesto de las familias españolas son marcas del distribuidor. Además realizan un ránking sobre los principales grupos de distribución en España que encabeza Mercadona con unos 34.500 millones de dólares en ventas el año pasado, seguido por Carrefour (12.000 millones), Lidl (7.500 millones), Grupo DIA (6.150 millones), Eroski (5.800 millones), Alcampo (5.500 millones), Consum (4.500 milloens) y cierran esta clasificación la catalana Bon Preu (2.500 millones) y Ahorramas con una facturación de 2.300 millones de dólares.
En su informe, el Departamento de Agricultura destaca que tras Mercadona «que permanece como lider en el mercado de retail» se encuentran otras compañías como Carrefor y la cadena de descuentos Lidl, «que son también jugadores significativos en el mercado español. Sobre Carrefour destaca que la cadena de supermercados francesa permanece significativamente por detras de Mercadona y que Lidl esta en una dinámica de rápida crecimiento.
Fortalezas y debilidades del mercado español
El estudio también realiza un análisis de las fortalezas y debilidades de la distribución alimentaria en España como «creciente apertura de los consumidores españoles a nuevos productos», que la industria alimentaria tiene un red desarrollada de importadores, que las nuevas generaciones están «crecientemente preocupados por los productos saludables, innovadores y sostenibles». Además de que «la estructura de la distribución es moderna y con muchas compañías que cubren España y Portugal».
En el lado de las debilidades habla de las dificultades para ajustarse a «desafíos domésticos e internacionales económicos como la inflación», además de hacer referencia a los requisitos que deben cumplir las compañías que quieran importar como el etiquetado, la trazabilidad, y la regulación sobre el packaging. También menciona los «altos aranceles a las importaciones que impone una desventaja a nivel de precios a los productos que vengan de países extracomunitarios».
