Publicado: noviembre 27, 2025, 2:11 pm
Por ahora, no han trascendido a los medios los detalles finales del acuerdo alcanzado, pero la historia de cómo se conocieron, su matrimonio y el posterior divorcio entre David Geffen y Donovan Michaels es, sin lugar a dudas, de las que puede dar que hablar durante mucho tiempo en Hollywood. Al fin y al cabo, estamos hablando de una de las personas más ricas de la industria del entretenimiento, con una fortuna que, señalan desde Vanity Fair, rondaría los 8.000 millones de euros después de toda una vida dedicada a la música y al cine.
Lo primero, obviamente, es saber quién es David Geffen. Nacido en Nueva York a mediados de febrero de 1943, poco a poco llegó a convertirse en la persona abiertamente homosexual más rica del mundo, aunque hace tiempo que fue destronado. La razón de su fortuna es haber estado en el lugar adecuado y en el momento justo. Y tener una visión de negocio cultural a prueba de balas. Solo así se entiende la apuesta por algunos de los cantantes y bandas más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
Geffen es, en definitiva, el principal artífice, gracias a Geffen Records, de algunos de los más conocidos discos de intérpretes y grupos como Bob Dylan, Nirvana, el último álbum de John Lennon, Peter Gabriel, Sonic Youth, Aerosmith, Neil Young, Donna Summer o Guns ‘N Roses. Mención aparte, además, para Cher, de quien fue novio —aunque ya se declaraba como gay: lo hizo muy pronto para evitar ir a la guerra de Vietnam—. Además, montó un poderosísimo triunvirato cinematográfico con Steven Spielberg y Jeffrey Katzenberg, con quienes montó una de las productoras hollywoodienses de mayor renombre, Dreamworks, con una ristra de trabajos a sus espaldas imposible de enumerar.
Objeto de múltiples teorías, como, recuerdan desde el citado medio, la leyenda urbana sobre que se había casado en secreto con Keanu Reeves (quien curiosamente estaba casado sin saberlo, y por el rito ortodoxo, con Winona Ryder, debido a un malentendido en el rodaje de la cinta sobre el conde Drácula de Coppola), también fue el productor teatral de Broadway de musicales como Cats o Dreamgirls.
En resumidas cuentas, Geffen es indispensable para entender la cultura pop desde los 80 hasta nuestros días. Por eso sorprendió cuando, en marzo de 2023, y tras un par de años desde que fueran vistos por primera vez —aunque se conocen desde 2016, cuando él lo presentaba como su entrenador personal—, se casó, en una ceremonia que fue más allá del apelativo íntima, pues solo acudieron cuatro personas, con el bailarín Donovan Michaels, medio siglo más joven que él. Lo hizo, según se ha sabido más tarde, dejando a multitud de periodistas norteamericanos del corazón incrédulos, sin acuerdo prenupcial.
La reciente lucha por el divorcio ha sacado a la luz, sin embargo, la verdad. Lo primero: que Donovan Michaels ni siquiera es su nombre, sino que se llama David Armstrong, creció en Imlay City, un pueblo de apenas 3.700 habitantes, con pocos afroamericanos, en el que lo adoptó un matrimonio ultrarreligioso que tenía otros 15 hijos. Dichos hermanos, además, afirmaron a The Wall Street Journal que el joven tenía en su habitación pósteres de mujeres en bikini y fama de mujeriego. Eso sí, llegó a trabajar en un estudio de porno gay con el nombre de Brandon Foster.
Además, en el proceso ha salido a la luz que nunca fue entrenador personal: se conocieron para un encuentro sexual casual gracias a una web de citas, Seeking, creada en 2009 y con un objetivo claro: conocer a sugar dadies. Es decir, hombres mayores —Geffen tiene 82 años— que, a cambio de su dinero, buscan gente más joven que tenga relaciones con ellos y compartan su nivel de vida. Según Michael, el productor le había pagado 10.000 dólares por aquel encuentro, dato que Geffen no negó, así como que durante el matrimonio le había declarado que jamás le faltaría de nada. Una promesa, la de proveer de seguridad financiera para siempre, que ha sido la base de la demanda.
Donovan Michaels ha acusado a Geffen de haberle explotado sexualmente y de manipulador. Tal y como explica el periódico neoyorquino, en la vista «Michaels describió su matrimonio como un retorcido juego de poder por parte de Geffen, que se desmoronó en cuanto dejó la bebida. Por contra, el productor ha negado esa versión y aseguró que la relación se acabó por los gastos desorbitados y el consumo de drogas del joven». El millonario ha declarado que trató al joven «como un rey», gastándose cientos de miles de dólares en ropa, cosmética, viajes y hasta cirugías dentales y depilaciones.
Geffen, que tenía de su lado a la abogada de las estrellas, Laura Wasser, ofreció de forma cordial, dado que alegaba «diferencias irreconciliables», el «apoyo marital» a su exmarido más pagar los costes del juicio. Es decir, mantener su nivel de vida durante algo menos de lo que haya durado el matrimonio: unos 50.000 dólares al mes y el alojamiento gratuito en uno de los pisos de Geffen, cuyo alquiler está valorado en alrededor de 15.000 dólares al mes. Todo ello fue insuficiente para Michaels, que afirmó que él había querido tener una carrera y que su pareja se lo había impedido porque «no había necesidad de que trabajara».
Según el joven, lo que Geffen ha hecho es aprovecharse de su «origen humilde» para exigirle una vida sexual plena, añadiendo que su placer lo obtenía «al causarle dolor al pobre chico negro que había rescatado». Geffen contraatacó: para empezar dijo que nunca jamás habían pasado una noche en la misma cama y que si había que hablar de dinero tendría que contarse que ya le había dado a su pareja medio millón de dólares desde que había comenzado el proceso y que, en regalos, durante su relación, le había obsequiado con joyas u obras de arte por valor de cinco millones de dólares.
Tan tirante estaba la situación desde que en julio Michaels demandase por lo civil a Geffen explicando que, si su nivel de vida es de «más de tres millones de dólares al mes», los 50.000 que le ofrecía eran insuficientes, que volvieron a sentarse a hablar. No por nada Geffen consideraba un intento de chantaje que Donovan asegurase que iba a sacar a la luz detalles sobre sus prácticas sexuales. Pero finalmente han llegado a un acuerdo que, según el documento oficial, tuvo lugar a principios de este noviembre. En él se detallan las ganancias, sobre todo por el rendimiento de sus acciones, de Geffen, por lo que se puede intuir que Michales, a lo sumo podría reclamar la mitad de dicha fortuna. Se desconocen las cifras, pero, al fin y al cabo, eso es lo que le correspondería por no haber firmado un contrato prenupcial.
