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El derechista José Antonio Kast será el próximo presidente de Chile: «Ha ganado la esperanza de vivir sin miedo»

Publicado: diciembre 14, 2025, 11:38 pm

Más de 15 millones de chilenos han acudido este domingo a su mesa electoral con la extraña sensación de que el resultado era inevitable. Todas las encuestas lo adelantaban y finalmente no ha habido sorpresas: José Antonio Kast es desde este domingo el nuevo presidente electo de Chile. El candidato de extrema derecha ha arrasado en la segunda vuelta presidencial a la izquierdista Jeannette Jara con una diferencia de casi 20 puntos.

La jornada electoral se ha producido sin incidentes en todo el país y ha sido durante el conteo de votos cuando el goteo de papeletas en favor de Kast empezaron a pintar de azul el mapa de Chile. “Kast, Kast, Jara, Kast…”, se ha escuchado a lo largo de la tarde en radios y televisiones. A diferencia de países como España, en el que el escrutinio se produce a puerta cerrada, en Chile se retransmite en directo a través de los diferentes medios de comunicación, donde los presidentes de mesa van contando en voz alta cada papeleta. Con casi el 100% escrutado, el resultado final arroja un 58,2% de los votos para Kast frente al 41,8% de Jara.

Este resultado confirma el viraje a la derecha del país después de la legislatura de Gabriel Boric. Aunque el presidente ha afirmado este domingo tras depositar su voto que estas elecciones no eran un plebiscito a su Gobierno, los expertos apuntan a que ha sido uno de los motivos de la derrota de Jara, que fue su ministra de Trabajo. La candidata oficialista no quiso alargar la agonía del cómputo y cuando la diferencia ya parecía insalvable reconoció la derrota a través de redes sociales: «La democracia habló fuerte y claro. Me acabo de comunicar con el presidente electo José Antonio Kast para desearle éxito por el bien de Chile».

Como marca la tradición, Boric ha felicitado a Kast mediante una videollamada televisada, en la que le ha recordado que «como presidente de la República siempre estará a su disposición para colaborar por la patria». «Va a conocer en algún momento lo que significa la soledad del poder, donde va a tener que tomar decisiones muy importantes», le ha dicho Boric. Se espera que este lunes le reciba en La Moneda en un acto simbólico de cambio de poder, aunque no será hasta marzo cuando tome posesión.

Ya en su discurso, y ante miles de personas que a lo largo de la noche se habían acercado hasta el barrio de Las Condes, Kast ha agradecido el respaldo y ha asegurado que con este resultado «ha ganado la esperanza de vivir sin miedo». En un claro guiño al que ha sido su principal leitmotiv de campaña, la criminalidad e inmigración. El presidente electo ha dicho que «restablecerá la ley» en «todas las regiones» y «sin privilegios». Además, ha pedido paciencia ante una multitud enfervorecida que no paraba de corear su nombre. «Vamos a tener un año duro, muy duro, porque las finanzas del país no están bien. Y los estamos invitando a una travesía para recuperar esos valores para una vida correcta y sana. Pero eso no va a ser fácil, requiere del compromiso de todos», ha afirmado.

Kast promete gobernar con «mano dura»

Durante la campaña Kast ya daba por hecho que el balotaje que finalmente ha ganado era un trámite. Se había mostrado confiado y arropado no solo por el resto de partidos de derecha y extrema derecha, sino también por líderes mundiales de su mismo entorno político como Giorgia Meloni o Javier Milei. El presidente electo había optado por una campaña con poca confrontación, aprendiendo de los errores que cometió hace cuatro años cuando perdió las elecciones contra Boric. En esta ocasión ha sido mucho más cauto en sus opiniones y apariciones públicas. Por ello, cada debate había sido seleccionado con cautela para evitar un descuido que pudiera usar Jara. De hecho, uno de sus aspectos más polémicos, como era su relación con la dictadura chilena, se ha sorteado todo lo posible.

Y es que Kast se ha convertido en el primer presidente electo de la historia de Chile que hizo campaña y votó por el ‘sí’ en el plebiscito para que el dictador Augusto Pinochet pudiera seguir en el poder. Además, ha defendido el golpe de Estado que acabó con el presidente Salvador Allende. Aunque Kast insiste en que no es pinochetista, ha reconocido en público que aquella etapa que se resiste a llamar dictadura fue positiva para Chile pese a las violaciones de derechos humanos y ha afirmado que si Pinochet siguiera vivo votaría por él.

Con todo, esta postura de Kast, que hace cuatro años tuvo más resistencia, no ha recibido una especial atención en estos comicios. Su política de «mano dura» contra la inmigración y la criminalidad han pesado más en el electorado de uno de los países más seguros de América Latina. El empeoramiento de países de la región como Venezuela, Colombia o Ecuador han provocado el asentamiento en Chile de grupos criminales como el Tren de Aragua, que han aprovechado las vías migratorias para colarse. Los expertos en seguridad chilena reconocen que, aunque en comparación con el resto de la región Chile es un país seguro, en los últimos años ha aumentado un tipo de criminalidad que antes no se veía en el país. La aparición de delitos como los secuestros, ajustes de cuenta o torturas han cambiado las prioridades de la población chilena, que ahora tiene la inseguridad como su principal preocupación.

Por todo ello, el Partido Republicano de Kast se ha centrado en esta campaña en combatir la criminalidad. Entre las propuestas que pretende llevar a cabo están levantar un muro en las fronteras, abrir una zanja y desplegar 3.000 militares para frenar la entrada de migrantes. «Les quedan menos de 100 días para que se vayan del país voluntariamente», ha repetido incansablemente en campaña. Además, ha planteado combatir el crimen con ‘macrocárceles’ llegando incluso a reunirse con el ministro de Seguridad de Nayib Bukele, el presidente de El Salvador, penas más duras y el envío de militares y policías a zonas críticas.

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