Disturbios y cargas policiales contra los agricultores en pie de guerra en las calles de Bruselas: "Las reformas que se plantean son suicidas" - Mexico
Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Disturbios y cargas policiales contra los agricultores en pie de guerra en las calles de Bruselas: «Las reformas que se plantean son suicidas»

Publicado: diciembre 18, 2025, 9:18 am

Los tractores, pancartas, gritos de consignas y sobre todo el enfado de miles de agricultores se han extendido este jueves desde primera hora de la mañana por las calles de Bruselas, concretamente en pleno Barrio Europeo, durante las protestas organizadas por el sector primario para oponerse al acuerdo de la UE con el Mercosur y a las reformas planteadas por la Comisión Europea para los agricultores.

Los primeros avances por las principales calles de la zona ‘política’ de la capital comunitaria fueron pacíficos —la policía belga cuantificó unos 7.300 agricultores y 950 tractores de distintos países, por los casi 15.000 estimados por los organizadores de las protestas— , pero los disturbios estallaron a mediodía con lanzamiento de objetos, quema de bloques de pasa y la subsiguientes cargas policiales.

En los aledaños del Parlamento Europeo y en la plaza de Luxemburgo los antidisturbios han disparado mangueras con agua para dispersar a los manifestantes, que han respondido con lanzamientos de patatas y de petardos; en el cordón policial también se ha recurrido a gases lacrimógenos durante algunos minutos. Al final de la marcha y con las cargas policiales se ha reportado un herido grave y algunos detenidos, aunque la Policía belga no ha dado una cifra exacta.

La mayor parte de los concentrados han acabado en esa zona después de recorrer los principales puntos de la zona institucional: la salida se produjo por la mañana desde la Estación del Norte, para después pasar por los alrededores del edificio del Consejo -donde los líderes de los 27 se reunieron este jueves precisamente- y del Berlaymont, la sede principal de la Comisión Europea, y acabar en el otro extremo del barrio, a los pies de la Eurocámara

El mensaje ha sido claro: están en contra de lo que se plantea desde Bruselas. «Son reformas y políticas suicidas», explican a 20minutos a pie de tractor Jean y Thierry, dos agricultores belgas que no superan los 30 años y que insisten en que la clase política no atiende sus demandas: «La realidad es que no nos escuchan», repiten; ya estuvieron en la gran marcha de 2024 y aseguran que la situación «no ha cambiado» y que incluso en algunos elementos «ha ido a peor».

El primario se eleva como uno de los sectores más perjudicados, dicen, por el nuevo proyecto de presupuesto a largo plazo de la UE para el periodo 2028-2034, donde se afrontará además una nueva reforma de la PAC. En su momento, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aseguró que «se salvaguardan 300.000 millones de euros para el apoyo a la renta de los agricultores», que es la cantidad precisamente para la PAC, y defendió que «la agricultura se fortalecerá». Pero el sector no lo ve ni mucho menos así.

Jean repite que «parece que no quieren entender al sector» y que la distancia entre la clase política y los ciudadanos «es cada vez más grande». Thierry, por su parte, abre el melón del acuerdo de la UE con Mercosur, que sigue pendiente de aprobarse: «Llevamos mucho tiempo diciendo que nos deja en desigualdad de condiciones». De hecho, las organizaciones inciden en que «no se pueden permitir importaciones sin normas».

Para los agricultores, Europa y los políticos están ejerciendo «un complot contra el campo» y repiten el mensaje de que estas políticas van a perjudicar a las generaciones que vengan. Desde ASAJA, por ejemplo, recuerdan que «la agricultura siempre ha estado en el centro del proyecto europeo», pero eso ahora ha cambiado. En su manifiesto critican «la paradoja» que se da ahora mismo: «La Comisión Europea habla de defender la agricultura pero las palabras no van acompañadas con hechos».

Es más, su mensaje no se centra solo en el rechazo al Mercosur. «Sin reciprocidad, sin salvaguardias efectivas, no hay acuerdo», recalcan, y ponen el foco más allá. Piden al mismo tiempo «importaciones equilibradas desde Ucrania para no desestabilizar a los productores de la UE» y también «revisar los acuerdos comerciales como el UE-EEUU o el UE-Marruecos para incluir salvaguardias efectivas y reciprocidad». En este sentido, las salvaguardias que ya tienen el visto bueno del Parlamento Europeo y del Consejo en lo que tiene que ver con Mercosur no son suficientes para los agricultores.

«Son los políticos los que hacen que estemos aquí», comentó a este medio Sebastien, agricultor francés que viene por primera vez a una marcha de este tipo porque, dice, «las políticas que se van aprobando año tras año nos perjudican». Reclama, como sus colegas, «no firmar el acuerdo con el Mercosur» porque va «en contra» del campo europeo. Además, avisa del efecto contagio que se puede dar a nivel social y económico: «Sin agricultura y sin sector primario lo demás no funciona».

Todo esto se da pese al acuerdo en la UE para las salvaguardias con Mercosur. La negociación ajustó el margen de incremento de importaciones o de caída de precios de una serie de productos sensibles importados desde el Mercosur que darían lugar a una investigación y posibles medidas por parte de la Comisión Europea: Bruselas y los gobiernos querían que fuera un 10% y la Eurocámara apostaba inicialmente por un margen más estricto, del 5%.

Finalmente será del 8%, lo cual implica que el Ejecutivo comunitario tendría que investigar cuando se produzca un aumento en las importaciones de estos productos del 8% en comparación con la media de los tres años anteriores o si, por otro lado, el precio de dichas importaciones es al menos un 8% inferior al del producto europeo comparable.

En los productos sensibles de la lista figuran alimentos como el pollo, la ternera, los huevos, los cítricos y el azúcar. La duración de las investigaciones del Ejecutivo comunitario vuelven también a los plazos originalmente previstos por Bruselas (seis meses en general y cuatro para los más sensibles).

Related Articles