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De TikTok a Instagram, el movimiento “gasta como inversor” gana terreno entre jóvenes sin cartera de inversión

Publicado: diciembre 8, 2025, 3:03 am

El vídeo empieza con un carrito de supermercado. No hay gráfico de cotizaciones, ni hay referencias a fondos indexados. Solo aparece una chica en chándal que coge un paquete de cereales y dice: “Esto no cuesta 3,80 euros. Cuesta 3,80 hoy… más lo que dejarás de invertir mañana”. Corta. Plano al móvil. Y ahí está. La calculadora de interés compuesto abierta. Fin.

Ese vídeo tiene más de 200.000 likes en TikTok. No es el único. Cada vez hay más creadores en redes como Instagram y TikTok que no explican cómo invertir, sino cómo pensar como si ya lo hicieras. Lo llaman spending like an investor, o “gastar como un inversor”. Y aunque suene abstracto, el mensaje cala, sobre todo entre quienes aún no tienen cartera.

Es probable que la mayoría de estos usuarios no hayan comprado acciones ni abierto un fondo. Pero sí han empezado a mirar el dinero de otra forma. Y eso, dicen algunos analistas, es justo lo relevante. Porque aquí no se trata de elegir entre fondos activos o indexados. Ni de construir una cartera 60/40. Se trata de algo mucho más básico. Y mucho más contagioso. La idea de que cada gasto es, en realidad, una decisión de inversión. O de no inversión.

Este fenómeno ha cruzado el océano. Empezó en canales financieros como Her First 100K o The Break Platform, muy conocidos en redes anglosajonas. Pero ahora está en castellano con un enfoque igual de directo, pero más local.

Del fondo indexado al café con leche

Un ejemplo viral. El creador español @ahorra.compra.invierte tiene una serie de vídeos cortos que ya acumulan millones de visualizaciones en Reels. En uno de ellos, aparece pidiendo un café para llevar. “Dos euros al día. Son 60 euros al mes. Al año, 720. A diez años, más de 10.000 si los metes en un ETF al 6% anual. ¿Quieres el café o el fondo?”. Esa es la lógica.

Además, no se trata de un fenómeno aislado. Coincide con un repunte real en búsquedas relacionadas con fondos indexados entre menores de 30 años, según datos de Google Trends para España. También con el auge de cuentas en redes como @finanzasparamillenials o @mentalidadinversora, que traducen conceptos financieros en decisiones cotidianas.

Quizá lo más interesante no está en lo que dicen, sino en cómo lo dicen. No hablan de “activos líquidos” ni de “duración media”. Hablan de comprar futuro cuando alguien renuncia a una compra impulsiva. De capitalizar tus hábitos cuando planificas los gastos del mes como si fueras una gestora. Y lo hacen con ritmo, humor y buenas referencias culturales.

Por otro lado, este cambio no es solo estético. Algunas entidades financieras están tomando nota. Según BBVA Research, el interés por herramientas de ahorro automatizado y microinversión ha crecido un 27% entre menores de 35 años desde enero. La relación no es directa, pero los analistas apuntan a una correlación clara entre el consumo de contenidos financieros “ligeros” en redes y el uso posterior de productos vinculados a inversión.

Más datos. La plataforma española Indexa Capital ha registrado un repunte de aperturas de cuenta en el segundo semestre del año entre usuarios de entre 20 y 30 años. Muchos de esos nuevos clientes llegan tras interactuar con contenido educativo en Instagram o YouTube.

Como señala Dan Ariely, profesor de Psicología y Economía del Comportamiento en Duke University, una de las claves para tomar mejores decisiones financieras es hacer visibles las consecuencias futuras de cada elección presente. Aplicado al consumo, eso implica conectar cada gasto con lo que se deja de construir a largo plazo. Sin embargo, este movimiento no está exento de críticas. Algunos lo acusan de moralista. Otros creen que trivializa decisiones complejas.

El economista Mihir Desai (Harvard Business School) ha advertido en varias conferencias sobre el riesgo de “teatralizar” o simplificar en exceso la educación financiera en redes sociales. Por su parte, la experta europea en regulación financiera María Demertzis ha señalado que estas narrativas pueden generar “ansiedad financiera” si no van acompañadas de contexto adecuado.

Pero lo cierto es que ha logrado algo que muchos planes de educación financiera no han conseguido en años: colarse en las conversaciones reales, en el tono adecuado y en el lugar preciso. El móvil. Y ahí es donde se juega buena parte del futuro del ahorro.

Por eso, cuando vemos a una influencer explicar que un pantalón de vaquero de 50 euros equivale a 85 dentro de diez años si hubieras invertido ese dinero en el fabricante de los vaqueros, está haciendo pedagogía financiera sin mencionarlo. Lo que viene ahora no son consejos. Es una tendencia. Y una señal de que la inversión empieza mucho antes de abrir una cuenta en un bróker.

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