Publicado: diciembre 18, 2025, 2:11 pm
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE) no deja ningún resquicio a la duda y asegura que los tipos de interés «están en un buen lugar» sobre el 2%, aunque no son estáticos. Estas declaraciones confirman el suelo de la tasa de referencia del dinero, dando por finalizado el ciclo de recortes. El Consejo de Gobierno del organismo ha tomado esta decisión por unanimidad al calor de las previsiones económicas y de inflación, que ha subido en ambos casos. La previsión de la actividad para 2025, que mejora en dos décimas, hasta el 1,4%, pero también de la inflación, alejan la posibilidad de acometer nuevas bajadas para estimular la economía.
Lagarde ha destacado la «resiliencia» que ha mostrado la economía de la eurozona, con una expansión del 0,3% en el tercer trimestre, motivado por el mayor consumo e inversión. «La composición sectorial del crecimiento estuvo dominada por los servicios, especialmente en el sector de la información y la comunicación, mientras que la actividad en la industria y la construcción se mantuvo estable. Es probable que este patrón de crecimiento liderado por los servicios continúe a corto plazo«, ha explicado, para poner el foco en la «solidez» del mercado laboral, después de que el desempleo cerrase octubre cerca de su mínimo histórico, en el 6,4%.
El organismo con sede en Fráncfort contempla que la demanda interna se convertirá en el motor de la expansión de la actividad, al tiempo que las rentas reales siguen aumentando y la tasa de ahorro se reduce de forma gradual. «La inversión empresarial y un gasto público sustancial en infraestructuras y defensa deberían apuntalar cada vez más la economía. No obstante, el difícil entorno del comercio mundial probablemente seguirá lastrando el crecimiento de la eurozona este año y el siguiente», ha expresado.
La responsable de la política monetaria en la eurozona ha comentado que los menores precios de la energía deberían relajar la presión sobre la inflación, que se situará por debajo del 2% tanto en 2026 como en 2027. En concreto, proyecta un IPC del 1,8% y del 1,9%, respectivamente. Pese a ello, advierte de que si bien las tensiones comerciales se han atenuado, el entorno internacional continúa siendo «volátil», ante lo que llama a no bajar la guardia por si las cadenas de suministro se interrumpen o la situación frena las exportaciones. «Las tensiones geopolíticas, en particular la guerra injustificada de Rusia contra Ucrania, siguen siendo una importante fuente de incertidumbre», ha agregado.
El sistema financiero no es ajeno a estas circunstancias, que podrían comprometer la estabilidad financiera. Al igual que el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, ha puesto encima de la mesa la posibilidad de que una corrección de los mercados financieros también podría afectar al sector financiero. «La política macroprudencial sigue siendo la primera línea de defensa frente a la acumulación de vulnerabilidades financieras, al reforzar la resiliencia y preservar el margen de actuación», ha precisado.
En este contexto, Lagarde ha confirmado la posición en la que se encuentra la institución con una inflación controlada desde el pico del 10% que llegó a marcar en 2022. Sin embargo, esta mayor resiliencia de mercado sugiere que se están produciendo cambios en las economías, en parte impulsadas por los avances en materia de inteligencia artificial. «Si nos fijamos en particular en los factores que impulsan este cambio y en lo que nos ha sorprendido positivamente, se caracteriza por la inversión en IA», ha dicho. La letra pequeña es que tomará tiempo determinar si esos efectos son duraderos.
