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Quién es Mariana Enríquez, la escritora que tiene obsesionada a Rosalía

Publicado: diciembre 6, 2025, 6:19 am

Quizá sabedora de que cada píxel de una de sus publicaciones va a ser escrutado al milímetro, Rosalía no ha querido jugar al despiste. Porque en épocas pretéritas, cuando aparecía con un libro en la mesilla o en las manos, sus fans observaban cada mínimo detalle para conocer de qué ejemplar se trataba, y se afanaban por comprarlo y tenerlo también cuanto antes para leer lo mismo que en ese momento estuviese leyendo la de Sant Esteve Sesrovires. Pero en una de sus últimas publicaciones, la cantante de 33 años ha dejado claro qué ocupa su mente en los ratos que le dedica a la literatura. Y es Las cosas que perdimos en el fuego, de Mariana Enríquez.

Se trata de la segunda colección de relatos que la autora bonaerense publicó —en España lo hizo Anagrama en 2016—. Para cualquier amante de la literatura moderna, el nombre de la escritora no es en absoluto novedoso, dado que forma parte de lo que ya se considera la «nueva narrativa argentina», amén de ser, hoy por hoy y a sus 51 años, de las novelistas más influyentes del mundo. No solo en español, ya que su obra se ha traducido a más de 20 idiomas e incluso otra estrella de la música como Dua Lipa no ha dudado en su club de lectura de recomendar sus obras.

Sobre todo, por lo que ha supuesto en la renovación del terror latinoamericano y la ciencia-ficción más oscura. Porque, de hecho, fueron con miedo los primeros pasos de Enríquez en el mundo. Nacida poco antes del Proceso de Reorganización Nacional, el nombre que se le dio a la dictadura cívico-militar comandada por el general Videla que gobernó Argentina desde el golpe de Estado de marzo de 1976 hasta mediados de diciembre de 1983—, su infancia ya consciente la vivió pegada a la radio.

«En vez de mandarme a la cama era como: ‘¿Ves que malos que eran?», rememoró Enríquez a The New York Times sobre cómo su padre le hablaba mientras escuchaban los testimonios de los juicios contra los responsables una vez terminó la aciaga etapa de la historia de su país. Se le quedó grabado, por ejemplo, una mujer que describió su tortura, con descargas eléctricas, mientras estaba embarazada. Aquella «falta de futuro» en la posdictadura marcaría su literatura, como las lecturas que hizo de otros grandes nombres argentinos maestros del cuento y el relato como Jorge Luis Borges o Silvina Ocampo, a quien dedicó un ensayo.

Su forma de mirar el mundo le hizo ser consciente de que, más que cualquier película de terror, las monstruosidades de la vida cotidiana eran lo más sobrecogedor y espeluznante, incidiendo en su obra en la forma en la que la violencia en América Latina se ha normalizado tanto que el pueblo se ha acostumbrado a ella. Esa lectura política y humana, en la que también sobresale la desigualdad, es la que ha llevado su literatura, traspasada siempre por el dolor más que por lo sobrenatural, a la aclamación de la crítica.

Hay varios ejemplos de ello, empezando quizá por su novela más conocida, Nuestra parte de noche, pero también otras obras como Cómo desaparecer completamente o los compendios de relatos, desde Los peligros de fumar en la cama al que nos ocupa y que está leyendo Rosalía, donde hay algunas historias que tratan temas como la drogadicción o los asesinatos en barrios empobrecidos o el que da título al libro, uno de sus más aclamados escritos, acerca una joven que se quema a lo bonzo después de que varios hombres mataran a sus esposas de la misma manera, lo que desencadena que otras mujeres hagan lo mismo como forma de protesta.

Y eso que Enríquez no quería dedicarse a la literatura de ficción. De hecho, su otro trabajo es de periodista, la carrera que estudió, porque su idea siempre fue ser reportera musical. Es más, fue gracias a la música, en concreto el rock and roll, que se aficionó por la literatura. Escuchando a cantantes como Nick Cave conoció a William Faulkner o Flannery O’Connor, y Patti Smith, como hablaba de Arthur Rimbaud en Horses, le hizo descubrir al poeta francés. De hecho, el nombre del libro que está leyendo la autora de éxitos como Malamente o Berghain está extraído de un álbum del grupo Low de 2001, Things We Lost in the Fire.

Por último, hay que añadir que la escritora, que ha obtenido importantes galardones como el premio Ciudad de Barcelona 2017, el premio Herralde de Novela 2019 o el Grand Prix 2022, así como también ha publicado otras obras como Bajar es peor, Un lugar soleado para gente sombría o los libros de crónicas Alguien camina sobre tu tumba y El otro lado. Retratos, fetichismos, confesiones, es una amante confesa de un deporte al que ha dedicado varias publicaciones en su Instagram, donde es muy activa y casi toda una influencer con sus más de 280.000 seguidores: el tenis.

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