Publicado: diciembre 4, 2025, 2:02 am
Ganó Verstappen en Qatar y gracias a sus 25 puntos puede tantear de nuevo la opción de ser campeón del mundo por quinta vez consecutiva. Sucederá o no en Abu Dabi (próximo domingo, 14 h. Dazn), pero esa posibilidad para el holandés proviene de una decisión individual de la ingeniera que ha marcado la diferencia en más de una ocasión. La inglesa Hannah Schmitz mantuvo la calma, cabeza fría y palmas hacia abajo para, con la táctica, permitir el éxito de Verstappen y una pelea total con los McLaren de Norris y Piastri este fin de semana. Sucedió en la séptima vuelta de la carrera en Qatar , cuando apareció el coche de seguridad y el holandés entró inmediatamente en boxes a cambiar ruedas, mientras que McLaren dudó y optó por quedarse en la pista y no parar en una decisión a la postre letal, ya que fue el único equipo que lo hizo en una carrera donde dos paradas eran obligatorias. «No esperaba ganar, desde luego», explicó el holandés de 28 años. «En cuanto a ritmo, no estamos al mismo nivel que McLaren , pero acertamos y nos dio una parada en boxes casi gratuita, lo que me sentó bien en la carrera». A Hannah la hicieron dudar en su propio equipo. «McLaren se queda fuera. Y todos me preguntaban: ‘¿Seguro? ¿Seguro que quieres entrar en boxes?’ Y yo respondía: Sí, ¡de verdad que lo creo! Y en cuanto vi que todos los demás también entraban, pensé: ‘Vale, está bien’. Aunque eso significaba que no tenías ninguna flexibilidad al hacer la segunda parada, solo la ventaja de ganar ese tiempo». Además de los datos, la telemetría y los cien mil inputs que reciben los ingenieros de pista de la F1, Schmitz jugó con la psicología. «Creo que McLaren está en una situación muy difícil, ya que obviamente sus responsables quieren tratar a los pilotos de forma justa. Y supongo que podemos aprovecharnos de eso. Así que sí, creo que será difícil para ellos (en Abu Dabi)«. Con la maniobra de Schmitz, Max Verstappen se ha quedado a doce puntos de Lando Norris (408) y podría ser campeón si el inglés queda cuarto o peor y él gana la carrera. Si Norris hace podio, se adjudica el título. Piastri precisa la victoria y que Norris se ubique como máximo en la séptima posición. El reconocimiento a la ingeniera británica se plasmó en la ceremonia del podio. Hannah festejó el triunfo con Verstappen, Piastri y Carlos Sainz, momento del champán, la ducha fría en espumoso y los fuegos artificiales. Los aficionados volvieron a descubrir a esta calculadora profesional, apasionada de los coches y el automovilismo que empezó como becaria en Red Bull y se ha convertido en un elemento nuclear, cerebro en la estructura de los bólidos energéticos. La función de una jefa de estrategia en el muro de una escudería de Fórmula 1 consiste en decidir básicamente cuándo los coches de los pilotos deben realizar las paradas en boxes y qué tipo de neumáticos han de utilizar (deben usar al menos dos clases diferentes en cada carrera). En teoría es el profesional que distingue las situaciones de carrera con más clarividencia después de interpretar los datos. Y no solo son números, sino también la intuición. Hannah Schmitz creció con la referencia de Michael Schumacher y su periplo de éxitos sin fin en Ferrari, en el trío que formó junto al jefe de equipo Jean Todt y al ingeniero estrella Ross Brawn. En 2004 el piloto germano conquistó su séptimo título y ella se licenció en el Croydon High School en Londres. Su pasión por los autos la trasladó a la Universidad de Cambridge, donde cursó una ingeniería mecánica y dirigió una escudería de coches por energía solar. Con una beca en el equipo Red Bull Racing comenzó una trayectoria siempre ascendente. Trabajó con Vettel en su época de campeón, además de Mark Webber, Ricciardo y ahora Verstappen. «Sentí rápidamente la conexión con las carreras. Sentí que era mi mundo», dijo en una entrevista a la BBC. La conexión que la ha transportado al eje del Mundial de Fórmula 1, que bien podría, como en Qatar, decidir en favor de Max Verstappen este domingo.
