Publicado: noviembre 30, 2025, 3:03 pm
Alquilar una vivienda siempre implica un grado de incertidumbre, sobre todo ante la posibilidad de que un inquilino deje de pagar la renta. En los últimos años, esta situación se ha vuelto más común de lo que debería, y muchos propietarios sienten que la ley protege más al infractor que al afectado. Y es que, ante un impago, es normal preguntarse cómo actuar, qué pasos seguir y cuáles son las opciones legales disponibles.
Cuando un inquilino deja de pagar, lo primero es confirmar si se trata de un retraso puntual o de un impago deliberado. Es decir, como primer recurso, la cordialidad. Una conversación directa y respetuosa puede aclarar la situación y evitar que escale. Sin embargo, si el arrendatario ofrece excusas, incumple repetidamente los plazos o deja claro que no pagará, es momento de actuar.
¿Cómo actual si el inquilino se niega a pagar?
El siguiente paso recomendado es enviar un burofax con requerimiento de pago, en el que se detallen las cantidades adeudadas y se establezca un plazo para resolver la deuda. Este documento sirve como prueba en un procedimiento judicial en caso de que el inquilino pretenda detenerlo pagando a última hora.
Si el arrendatario sigue sin cooperar, no queda otra opción que recurrir a la vía judicial. En este caso, se debe presentar una demanda de desahucio por falta de pago, acompañada de la reclamación de la deuda. El proceso debe ser firmado por un abogado y un procurador. Una vez admitida la demanda, el inquilino dispone de diez días para oponerse; si no lo hace, el juez dará la razón al propietario.
Una vez realizado el desahucio, comienza la fase de reclamación de la deuda. El arrendador puede solicitar judicialmente el embargo de bienes del inquilino, cuentas bancarias o parte de su salario, siempre que trabaje por cuenta ajena. Este trámite se realiza mediante una demanda ejecutiva ante el juzgado.
¿Cuánto cuesta el procedimiento de deshaucio?
En cuanto a los costes, un proceso de desahucio suele rondar los 700 euros, aunque la cantidad puede variar según los honorarios del abogado. El tiempo es más incierto, de media, un desahucio por impago puede tardar entre 6 y 8 meses, aunque en algunos casos se prolonga durante un año o más debido a la saturación de los juzgados.
Si el inquilino se niega a abandonar la vivienda, la Ley de Arrendamientos Urbanos establece varios supuestos que permiten rescindir el contrato: impago del alquiler, subarriendos no autorizados, obras sin permiso, daños intencionados, actividades molestas o ilegales, entre otros.
