Publicado: noviembre 27, 2025, 8:43 am
“Bajamos el féretro y la mascota se incorpora. Mira a su ser querido y, muchas veces, llora”, esta es la reacción que tienen los perros cuando visitan a sus humanos fallecidos y expuestos en una sala del tanatorio de Badalona. Lo ha comprobado, hasta en 13 ocasiones, Joan Oller, el director financiero de Pompas Fúnebres Badalona (PFB). El tanatorio de esta ciudad barcelonesa es el primero de Cataluña, “y probablemente de España”, en abrir las puertas de sus instalaciones a perros y gatos para que puedan despedirse de sus amos o, como le gusta nombrar a Oller, “sus compañeros de viaje”.
