Publicado: noviembre 18, 2025, 10:29 am
Ouigo ha decidido dar un giro a su cúpula directiva tras cerrar su primera etapa de expansión en España. Al igual que hizo Iryo hace unos meses con el regreso de Fabrizio Favara para relevar a Simone Gorini, la filial de bajo coste de la SNCF releva a su consejera delegada en un momento en el que considera consolidado su negocio y afronta una nueva fase marcada por el crecimiento, la presión competitiva y la búsqueda de rentabilidad en el mercado liberalizado.
En un comunicado, Ouigo ha anunciado la renovación de su cúpula directiva con la salida de su hasta ahora directora general Hélène Valenzuela, que dejará el cargo a finales del ejercicio tras siete años en el cargo, y la apuesta por Amandine Thomas-Commin como relevo. Como es habitual en estos movimientos de su matriz, la nueva directora procede de SNCF Voyageurs, donde desempeñaba la dirección de Intercités, la división responsable de las líneas convencionales de larga distancia en Francia.
Su trayectoria en el grupo público francés se extiende a lo largo de 15 años, en los que ha ocupado responsabilidades tanto operativas como estratégicas. Entre los hitos de su etapa más reciente destacan el lanzamiento de nuevas rutas, incluidas varias líneas nocturnas, y la recuperación del resultado operativo positivo de la unidad, así como la adjudicación de la primera licitación organizada por el Estado francés para estas conexiones.
La directiva aterriza en España para asumir la segunda fase del proyecto de Ouigo, con sus operaciones ya asentadas -ha superado ya los 20 millones de pasajeros transportados desde su lanzamiento- y un balance que encara su punto de inflexión con la aspiración de cerrar 2025 como su primer ejercicio «rentable» tras encadenar severas pérdidas desde su llegada al mercado.
El balance de Valenzuela al frente de la filial española se ha desarrollado en un periodo marcado por sucesivas tensiones externas: la pandemia, el encarecimiento energético posterior y episodios de interrupciones de tráfico vinculados a desastres climáticos. Pese a esos condicionantes, Ouigo afirma haber logrado un crecimiento suficiente para encaminarse hacia un Ebitda positivo en 2025, gracias a un modelo centrado en la eficiencia operativa y en tarifas de bajo coste. La compañía no detalla, de momento, cifras desagregadas sobre sus márgenes o su contribución a los resultados del grupo SNCF.
El relevo directivo coincide con una fase de mayor madurez del mercado ferroviario liberalizado, donde Ouigo compite con Iryo -filial de Trenitalia y Air Nostrum- y con Renfe en los corredores de mayor demanda. La presión competitiva se ha intensificado especialmente en el eje Madrid–Barcelona y en el Madrid–Valencia, donde la entrada de nuevos operadores ha impulsado una reducción de precios y un incremento del número de frecuencias. En este contexto, la compañía francesa encara ahora el reto de sostener su modelo de bajo coste con costes energéticos todavía volátiles y con la necesidad de seguir ampliando la ocupación de sus trenes.
Desde la matriz, Alain Krakovitch, presidente de Ouigo España y director de TGV–Intercités, ha subrayado la aportación de Valenzuela durante la fase de implantación. Aunque el directivo ha destacado la «determinación» del equipo saliente durante los años más complejos, desde la filial se evita avanzar objetivos concretos sobre nuevos corredores o calendarios de ampliación para los próximos ejercicios. Con la llegada de Thomas-Commin, la compañía se limita a señalar que inicia «una nueva etapa» que debe servir para consolidar su posición en el mercado español y seguir creciendo en volumen de viajeros.
Por su parte, la nueva directora general ha señalado que su objetivo pasa por reforzar la presencia del operador en España tras la transición hacia la rentabilidad. «Tenemos la responsabilidad de seguir consolidando nuestra oferta e incorporar cada vez más viajeros a la alta velocidad», afirma en un comunicado. El consejo de Ouigo ha agradecido el trabajo de Valenzuela durante estos años y ha destacado que el relevo se produce con las «bases sentadas» para la siguiente fase del proyecto.
