Publicado: noviembre 15, 2025, 5:20 am
Pese a que cada vez la sociedad española está más concienciada con la salud, la dieta de los ciudadanos está más desequilibrada que nunca. El ritmo de vértigo que impone la vida actual hace que millones de personas descuiden los hábitos saludables y abracen los alimentos procesados de peor calidad que inundan los lineales de los supermercados.
Pizzas, rebozados industriales, congelados, pastas rellenas o postres lácteos triunfan entre los consumidores que dedican menos tiempos a la cocina frente a la ingesta de hidratos de carbono integrales y fibra, pescado, fruta y verdura, alimentos que deberíamos comer en mayor cantidad, esto es, hidratos de carbono integrales y fibra, pescado, fruta y verdura.
El problema es que estos platos preparados, cuyo consumo ha aumentado casi un 40% en la última década, suelen contener más sal, azúcares y grasas saturadas, así como aditivos, que los hacen menos saludables que una comida casera elaborada con productos frescos.
En este contexto, los consumidores que priorizan la adquisición de alimentos sanos deben asumir, de media, un sobrecoste del 20% frente a una cesta convencional, con más alimentos ultra procesados, según un estudio comparativo de precios de la cesta de la compra realizado por Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en más de 40 cadenas de supermercados
La OCU ha reconocido que «los alimentos frescos son tradicionalmente más caros que los ultra procesados» pero ha llamado la atención sobre la tendencia inflacionista que se ha instalado este año en productos básicos nuestra dieta, como la carne o las verduras, cuyo alza supera al Índice de Precios al Consumo (IPC), que el pasado mes de octubre cerró ligeramente por encima del 3%.
«Este año las frutas y verduras, la carne y el pescado han sufrido un importante encarecimiento del 6,7%», destaca la organización de consumidores que hace especial hincapié en la subida del precio de los huevos, «que han subido un 50% en apenas seis meses», especialmente en las categorías más baratas, lo que perjudica a los hogares con menos recursos económicos.
Estas «subidas elevan el coste medio de la cesta saludable hasta los 216 €/mes por persona, frente a los 181 €/mes que tiene la cesta convencional», denuncia la OCU. «Y lo peor es que es un proceso que viene de lejos: en los últimos cuatro años el precio de los alimentos se ha encarecido un 36%«.
Las cadenas más baratas y más caras
El estudio de la OCU también muestra variaciones significativas según el supermercado. Así, señala que las cadenas más económicas para una cesta saludable son Family Cash y Alcampo; mientras las que menos son Sorli e Hipercor, alrededor de un 25% más caras. Igualmente se observan en el informe diferencias de precio entre las distintas capitales de provincia: «Valladolid, La Coruña, Cáceres y Almería son, de media las ciudades más baratas para la cesta saludable; por el contrario, las capitales de Canarias, Barcelona, Gerona y Huelva resultan las más onerosas, con un sobrecoste anual por familia que puede alcanzar los 700 euros».
Estos incremento de precio lo sienten mucho los hogares españoles. Según una encuesta de OCU, hasta el 33% de las familias declaran que les resulta difícil o muy difícil afrontar el gasto en frutas y verduras; el 30% cuando se les pregunta por el consumo de pan, pasta, arroz, aceite y lácteos; y hasta el 42% cuando se menciona la carne y el pescado.
Por todo ello, la OCU ha solicitado al Gobierno ««rebajar temporalmente del 4% al 0% el IVA en los alimentos básicos, como las frutas, las verduras, las legumbres frescas o mínimamente procesadas, la leche, los huevos y el aceite de oliva», además de reducir del 10% al 4% los impuestos para la carne y al pescado.
