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Qué implica para Sánchez el acuerdo sellado en la OTAN y por qué Trump tiene margen para imponer aranceles específicos a España

Publicado: junio 26, 2025, 7:43 am

La OTAN en 2019 estaba en muerte cerebral según Emmanuel Macron y ahora ha cogido impulso -un impulso histórico- por culpa de Donald Trump y con un nuevo objetivo de gasto del 5% del PIB en defensa de aquí a 2035. La cumbre de La Haya ha supuesto un nuevo paso para una Alianza Atlántica que ha querido mostrar unidad pero que ha dejado al mismo tiempo una foto llena de matices, con España como protagonista, con Pedro Sánchez casi aislado y con la sensación de que lo que dice Estados Unidos va a misa.

Más allá de fotos, mensajes, pactos, berrinches, avisos, adulaciones o dardos envenenados, ¿cuáles han sido las claves de la cita?

Sánchez ha suscrito el acuerdo… pero haciendo ruido

España ha suscrito un acuerdo con el que no está de acuerdo, pero tiene que quedar claro que los pactos de la OTAN no son jurídicamente vinculantes, sino que se trata de pactos políticos. Así, Pedro Sánchez ha negado que España vaya a llegar al 5% y ha hecho hincapié en que ahora lo importante es el 2% y también el hecho de que su Gobierno ha ido aumentando su inversión en defensa desde 2018. «Esta inversión es suficiente, realista y compatible con nuestro modelo social y con el estado del bienestar», reiteró ante los periodistas. No se sale de lo que dijo semanas atrás: ni el 3,5% en 2029 ni el 5% en diez años.

Y es que el Gobierno no habla de porcentajes, sino de capacidades. El presidente recalcó desde La Haya que el 2,1% del PIB es suficiente para cubrir las «capacidades acordadas» para España dentro de la OTAN, algo que dudan el resto de aliados y el propio Rutte; de hecho, Sánchez aplica ese 2,1% no respecto al 3,5% que dice la Alianza, sino al 5% total. «No hemos sido arbitrarios, sino rigurosos, porque queremos cumplir con la Alianza Atlántica. Somos un socio fiable», defendió el presidente del Gobierno. «Hemos encontrado flexibilidad dentro de la declaración», añadió, recordando el intercambio de cartas con Rutte y el «camino propio» de España hacia el cumplimiento con las capacidades. «Quien quiera entenderlo que lo entienda». Si hay países quieren «invertir el 5,6 o 7% nosotros no podemos ponerlo en duda», porque la clave es «responder a las capacidades».

No, Trump no puede firmar un acuerdo con España

En ese escenario, España fue el único país que hizo ruido… y enfadó a Donald Trump. «Es terrible lo que ha hecho, es el único país que no quiere pagar. Pagarán el doble con el comercio», expresó el presidente de EEUU ante las preguntas de dos periodistas españolas; Trump quiere negociar «un acuerdo comercial» con Moncloa, algo a lo que el Ejecutivo se niega. Pero Washington quizá no sabe que no puede hacerlo (hay muy pocas excepciones) porque la política comercial depende de la UE, que actúa como un bloque. El resumen es claro: «No hay ningún producto o servicio que sea solo español o solo francés o solo italiano. Son bienes europeos», confirman fuentes expertas consultadas por 20minutos como norma general.

Eso sí, esas excepciones mencionadas tienen que ver con productos específicos de un país; es complicado que Trump pueda cercar a España de alguna manera, pero podría hacerlo como ha hecho ya con la aceituna negra (siempre que cumpla con las reglas de la OMC) o con el vino Rioja, por poner dos ejemplos. En el caso de la aceituna ya hay precedentes sobre ello. Por otro lado, EEUU podría ‘castigar’ a España llegado el caso sin recurrir al artículo 5 del Tratado Atlántico si el país sufriera un ataque armado. El pacto del 5% no es vinculante, pero Trump podría jugar con eso si España (u otro país) no cumpliera con los compromisos pactados.

La rueda de prensa de Trump estuvo más centrada en Irán y en Israel que en el tema del gasto en defensa, pero el inquilino de la Casa Blanca sale contento del cónclave en Países Bajos. «Es una victoria monumental para EEUU porque pagábamos mucho más de lo que nos correspondía. Y era bastante injusto», sostuvo, pero recibió un pequeño rapapolvo del presidente francés, Emmanuel Macron: «No podemos decir que vamos a gastar más, y luego, en el corazón de la OTAN, lanzar una guerra comercial», le dijo a cuenta de los aranceles. De hecho, sobre el tema se refirió también el ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, que le recordó a EEUU que la negociación, en caso de llegar, tiene que ser con la Unión Europea.

El 5%, un objetivo imposible para muchos

El 5% es la meta a la que se supone que tendrán que llegar los 32 aliados y solo España se ha negado abiertamente a cumplir, pero no será la única que lo haga. Fuentes aliadas reconocen que habrá países que se acerquen desde ya y otros que tengan que recorrer un camino más largo. Ahora mismo solamente Polonia (4,12%) está cerca de llegar y Estonia ha presentado un plan por el que podrá alcanzar el 5,4% más pronto que tarde. Asimismo, es importante recordar que el cálculo del 5% no se basa en ningún elemento tangible o en proyecciones fiables, sino que se trata de un reclamo de EEUU porque Trump considera que es la manera de que Europa «se proteja a sí misma».

Una alianza partida en dos

Esas dudas de algunos países dejan, en realidad, una Alianza Atlántica partida en dos. De un lado están los aliados que van a cumplir -o que dicen que lo harán- con el 5%. Es el caso de Polonia, los bálticos, Francia o Alemania. Berlín de hecho ya tiene un plan preparado para cumplir el 3,5% en 2029. No sucede lo mismo ya no solo con España, sino también con Bélgica, Eslovaquia o Canadá, que sin hacer tanto ruido expresaron ciertas dudas. Italia, por su parte, pese al discurso de Giorgia Meloni asume que alcanzar la nueva meta será «un gran reto para el país»; algo parecido a lo que sucede con países más pequeños como Montenegro.

¿Adiós a la autonomía estratégica de la UE?

El impulso a la OTAN, por otro lado, puede jugar en contra de la autonomía estratégica de la Unión Europea. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quiso reivindicar al bloque también desde La Haya, pero lo cierto es que todos asumen que si el esfuerzo se da con la Alianza no se podrá dar para una Unión más ‘independiente’ de EEUU. «El futuro de Europa se está definiendo donde se decide el rumbo de nuestra industria de defensa. La arquitectura de seguridad que nos dimos tras la Guerra Fría ya no responde a las amenazas actuales, y por eso Europa ha pasado a la acción», empezó Von der Leyen.

La dirigente alemana ha reivindicado que en cuestión de meses, se ha puesto en marcha el plan Rearm Europe, y con él proyectos estratégicos como el SAFE, con una inversión conjunta prevista de 800.000 millones de euros. «Esta transformación incluye medidas omnibus para reducir la burocracia y mejorar la coordinación entre Estados, con un objetivo claro: construir una Europa de la defensa que esté a la altura del momento histórico», sostuvo. Pero esa Europa de la defensa estará, salvo giro inesperado a medio plazo, dentro de la OTAN.

Rutte enseña quién le hizo secretario general

Mark Rutte también fue protagonista de la cumbre en su casa. «Donald, nos has liderado a un momento muy, muy importante para América y Europa, y para el mundo. Conseguirás algo que ningún presidente estadounidense ha podido lograr en décadas«, le escribió a Trump sobre el pacto del 5% ya antes de la reunión en unos mensajes que denotaron cierta dependencia: Rutte es secretario general de la OTAN porque EEUU así lo ha querido, y el neerlandés acabó restando importancia a esa cercanía. «Estaba de buen humor», se rio sobre ese intercambio, que fuentes aliadas definieron como «genuino» pero que no gustó a muchas capitales. «Que cada uno saque sus conclusiones», dijo Sánchez sobre el tema.

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