Publicado: mayo 12, 2025, 9:31 am
Es cierto que hoy por hoy, la casa real de Noruega tiene multitud de frentes abiertos. Todos ellos, además, copando los titulares y las investigaciones de los medios de su paÃs: por un lado, por supuesto, las complicaciones de salud tanto de Mette-Marit, ya que la princesa heredera padece una enfermedad crónica —fibrosis pulmonar— que en los últimos meses se ha agravado, impidiéndole trabajar y acudir a diversos actos y eventos, como de la reina consorte, Sonia de Noruega, quien a sus 87 años tuvo que ser evacuada hace unas semanas en helicóptero de su residencia vacacional, al norte de Oslo, debido a unos problemas respiratorios por los que hubo de ser ingresada en el hospital.
Por otro lado, por supuesto, un nombre propio, Marius Borg, primogénito de Mette-Marit y de Morten Borg, un novio exconvicto anterior a su actual marido, el prÃncipe heredero Haakon de Noruega. El joven de 28 años acumula ya cuatro acusaciones de violación en menos de un año, poniendo en jaque a la monarquÃa, teniendo prohibida la entrada a palacio pero viviendo, con un cambio de look, en Copenhague, donde sigue saliendo de fiesta en discotecas a pesar de estar siendo investigado por más posibles delitos.
Sin embargo, si hubo un acontecimiento reciente que sacudió a la casa real de Glücksburg ese fue, sin duda, el que tuvo lugar la Navidad de 2019, cuando el escritor Ari Mikael Behn, exmarido de Marta de Luisa de Noruega —quien serÃa la heredera al trono si en el momento de nacer ella y su hermano no hubiese estado todavÃa vigente la ley sálica del paÃs escandinavo—, se suicidó a los 47 años debido a los problemas de salud mental que atravesaba, asà como a una adicción al alcohol pasada de la que se estaba recuperando.
IncreÃblemente, y a pesar del trauma que significó para todos los que le conocÃan, su exesposa apenas si habÃa hablado de manera pública en todo este tiempo sobre el incidente. Y es que supuso un dolor y una tristeza tan enormes para quienes compartieron con él su vida que incluso se llegó a decir que su nueva relación y matrimonio con el chamán estadounidense Durek Verrett venÃa motivado por aquella muerte.
Ahora, sin embargo, la primogénita de los reyes Harald V y Sonia ha decidido romper su silencio y sincerarse en una entrevista que le ha concedido al pódcast Who’s Your Daddy? (literalmente, «¿Quién es tu papá?») del influencer Sebastian Solberg. En ella, Marta Luisa no ha dudado en resolver algunas dudas sobre cómo ella y sus tres hijas afrontaron el duro golpe, en unas fechas además tan marcadamente familiares, y la forma en la que han salido adelante ayudándose las unas a las otras.
«Es lo peor que me ha pasado jamás. Sobre todo, porque se trataba de un duelo muy repentino», ha explicado la princesa, que ha reconocido de igual forma que lo sorpresivo del fallecimiento de Behn se tradujo para ella en un tremendo bajón anÃmico que vino acompañado de «mucha exigencia fÃsica» para mantener la entereza. «Me sentÃa como si hubiera corrido una maratón todos los dÃas», ha recordado Marta Luisa.
Entre lágrimas y con la voz tomada por la pena, la princesa ha revelado que, seis meses después de lo sucedido, en mitad de la pandemia, entró «en una depresión tremenda», en la que «apenas si podÃa» levantarse «de la cama». «Me sentÃa devastada al cien por cien», ha confesado, asà como que era consciente de que se trataba de una situación muy complicada porque «no puedes comer ni dormir» y, sin embargo, debÃa ser un ejemplo para sus hijas adolescentes, Maud Angelica, Leah Isadora y Emma Tallulah, que ahora tienen 22, 20 y 16 años, respectivamente, y que debÃan estar acompañadas y no sentirse solas las 24 horas del dÃa.
Asimismo, Marta Luisa también ha querido detallar que, aunque le criticasen en exceso, achacándole lo sucedido, dado que Ari Behn entró en depresión tras su divorcio, este se habÃa producido tres años antes de su muerte. Tras más de una década juntos, la princesa y el escritor habÃan decidido separar sus caminos en el verano de 2016, por lo que era injusto culparla a ella de su suicidio. «En aquella época, lo más importante para mà era proteger a mis hijas. Y las antepuse sobre cualquier otra cosa. Por eso tragué con todo lo que decÃan [de mÃ]. No sirve de nada echarle la culpa al otro», ha puntualizado.
Por último, ha querido apostillar que su relación con Behn fue buena hasta el último dÃa, en el que de hecho estaba invitado a la cena de Navidad con la familia real, porque asà lo decidieron por el bien de sus tres niñas, de las que tenÃan la custodia compartida y razón por la que Ari se compró una casa en Lommedalen, localidad cercana a la casa de Marta Luisa.
Aun asÃ, comprobaron que no era lo más idóneo para sus hijas que estuvieran yendo y viniendo de cada casa, por lo que finalmente decidieron que serÃan ellos los que habitarÃan la misma casa por turnos y que sus hijas no se estarÃan moviendo todo el rato. «No estaba saliendo bien, no funcionaba [el método]. Asà que decidimos que serÃamos nosotros los que comenzarÃamos a mudarnos a esa para que hubiera una mayor tranquilidad para ellas», ha finalizado.