Adara Molinero y su madre, Elena Rodríguez, atraviesan uno de sus peores momentos: "No sigas por ahí, no sigas"

Publicado: abril 30, 2025, 9:37 am

Adara Molinero y Elena Rodríguez conducen un pódcast semanal en Mtmad, En las mejores familias. En cada entrega, entrevistan a parejas de famosos con un vínculo familiar para hacer frente a aspectos desconocidos de sus vidas. En el último episodio, madre e hija han protagonizado un tenso momento tras el que han acabado confesando que no atraviesan el mejor momento en su relación.

Antes de recibir a los invitados, la ganadora de GH VIP 7 y la exconcursante de GH Dúo 2, como suelen hacer los primeros minutos de cada programa, hablaron sobre sus vidas, actualizando a los espectadores sobre diferentes temas personales. Lo que nadie se esperaba era la tensión que se generó tras un comentario de Rodríguez: «Hace poco me dijiste que eras una mujer y que ya no eras una niña».

La influencer, visiblemente incómoda, no respondió, por lo que su madre continuó tomando la palabra: «Es verdad que yo tiendo a sobreprotegerte, pero ya eres mayor». «No estamos en uno de nuestros mejores momentos como hija y madre. No se puede decir todo, pero yo lo que hice lo volvería a hacer», confesó la madrileña de 51 años.

En ese momento, la exsuperviviente explotó: «Lo cuento si quieres, como dices que lo volverías a hacer…». La tensión iba incrementando por momentos. «Cuando sienta que alguno de mis hijos necesita que entre en acción, lo voy a hacer», insistió Elena, dejando a su hija totalmente sin palabras.

«A ti te sucede algo y yo me meto. Entonces tú, como mujer adulta, me dijiste que no me tenía que haber metido. Entonces yo entiendo que tienes absolutamente toda la razón. Pero también entiendo que hay cosas que no tengo que saber, porque si las sé, sacaré las uñas«, contextualizó la aficionada al triatlón. Además, le explicó a su hija que, seguramente, siendo también madre, se dará cuenta con el tiempo.

En ese momento la exazafata de vuelo reveló de dónde podría venir el conflicto: «Yo, por ejemplo, no puedo tener a mi hijo en una habitación de cristal«. Unas palabras que casi provocan las lágrimas de su madre que, con la voz entrecortada, se limitó a decir: «No sigas por ahí, no sigas».