Publicado: abril 21, 2025, 8:40 am
Hace unos años la rutina de belleza para el cuidado de la piel del rostro estaba formada por apenas 2 o 3 productos, un limpiador, una crema y un contorno de ojos. Sin embargo, en los últimos años, en parte por la influencia de la cosmética coreana , y por el auge de los cuidados de belleza, es habitual utilizar 5-6 productos e incluso más: limpiador, tónico, esencia, sérum, crema, protección solar… El problema es que el abuso de la cosmética puede tener un alto coste para la piel. Es lo que Aline Neumann , creadora del Método-R, ha denominado ‘skin rot’. «El Skin Rot no es un término médico – señala Aline Neumann-, es algo que creo que describe perfectamente lo que ocurre cuando nuestra piel colapsa por exceso de productos y cuidados inapropiados: irritación constante, sensibilidad extrema, brotes, pérdida de luminosidad y esa sensación de que nada parece funcionar. En lugar de mejorar nuestra piel, todo empeora. Se trata de algo que ocurre con más frecuencia de lo que podamos imaginar, especialmente en estos tiempos en los que nos vemos arrastrados por la información que redes como Instagram o TikTok difunden sin descanso. Especialmente la gente joven que aplica productos que ni sabe sin son los apropiados para su piel, ni qué consecuencias tendrá acumularlos uno encima de otros, amontonarlos provocando el agotamiento de la piel y su colapso». Ya hemos hablando en otras ocasiones de la cosmeticorexia y sus consecuencias negativas para la piel. En realidad lo que esconde el ‘skin rot’ es algo similar, se trata de una piel saturada, ya sea por el uso de un número excesivo de productos, o por una mala elección de los mismos. A todas las pieles no les van bien todos los productos de belleza, aunque estos sean virales y millones de personas los usen y los recomienden. Según Aline Neumann, los sÃntomas son diversos y pueden ser diferentes en cada persona. Debes estar atenta a los siguientes: sensibilidad extrema , cuando una piel reacciona a todo, incluso a productos que antes toleraba bien; brotes inesperados de rosácea, acné o granitos de grasa (los dermatólogos llevan años alertando sobre el acné cosmético , producido por los propios productos de belleza); sequedad y descamación , incluso aunque se usen cremas hidratantes; manchas e imperfecciones: «problemas como el melasma o el vitÃligo pueden verse agravados», según la experta. Y finalmente, una piel sin luz, apagada , que parece cansada siempre. Al ser un problema producido por el uso abusivo de cosméticos, la solución principal pasa por evitar aplicar tantos productos, suspendiendo la rutina que haya provocado el problema. Aline Neumann aconseja « simplificar la rutina al máximo , optando por un limpiador suave syndet, una crema hidratante y un protector solar. Hay que consultar con un profesional, para que pueda determinar qué le pasa a la piel». La experta también aconseja « revisar todos los productos y descartar los que no aporten ningún beneficio rea l . No hay que mezclar ingredientes incompatibles, como ácidos y retinol al mismo tiempo. Cuando tu piel comience a estabilizarse, habrá ingredientes activos que puedas incorporar con cuidado y siempre bajo consejo de tu dermatólogo. Empezar con un sérum antioxidante, luego un exfoliante suave, y finalmente el retinol, puede funcionar dejando semanas entre cada incorporación. Acepta que tu piel no necesita ser perfecta, solo saludable . Esto te ayudará a disfrutar más del proceso de cuidarla». «Nuestra mente necesita descanso y equilibrio. Nuestra piel también,- recuerda Aline Neumann- necesita que la escuches y dejes de estresarla con excesos. Menos es más». El Método-R , creado por Aline Neumann, es una rutina de cuatro pasos para el cuidado de la piel: aceite limpiador, exfoliante de uso semanal, sérum antioxidante con vitamina C y crema hidratante. Básicamente es la rutina que aconsejan los dermatólogos , la más minimalista y efectiva: por la mañana, limpiar el rostro, aplicar un sérum antioxidante y una crema solar; por la noche, tras la limpieza, usar un sérum/crema con activos transformadores tipo retinol, alfahidroxiácios o betahidroxiácidos, según necesidades de la piel.