Publicado: abril 16, 2025, 9:18 am
Hace unos meses, cuando el conflicto en Gaza estaba en su punto más álgido, cientos de estudiantes se plantaron en las instalaciones de las diferentes universidades, incluida Harvard, para protestar contra Israel, algo que, sin duda, indispuso a la administración de Joe Biden, pero que Donald Trump se guardó hasta ahora.
Era el viernes pasado cuando Harvard, esa que hemos visto en tantas películas, pero también en estudios y noticias dado a su prestigio, recibía la noticia de que perderían 2.200 millones de dólares en subvenciones del Gobierno Federal si no aceptaba las exigencias del presidente. Y es que, en un intento de obligar a la institución a cumplir con su agenda política, lanzó una amenaza que ayer se volvió realidad.
Entre las peticiones de presidente Trump para Harvard hay una en especial que se ha convertido en su argumento de lucha: eliminar los programas DEI, presentes tanto en universidades como centros de trabajo. Así, ha dejado en claro que todo lo relacionado con políticas ‘woke’, incluyendo el apoyo a la causa palestina y la ideología de género, suena a antisemitismo, discriminación y va en contra de los ‘valores tradicionales de América’
¿Qué son los programas de Diversidad, Equidad e Inclusión?
Harvard entró en la lista de universidades estadounidense que han sido blanco del gobierno de Trump. Empezó con Columbia y continuó con otras seis instituciones (la mayoría de la Ivy League) que también han visto pausado el envío de fondos federales por razones vinculadas a programas de inclusión, entre otras cuestiones que, según el presidente de Harvard, Alan Garber, hacen parte de las «condiciones intelectuales» en Harvard.
Los programas DEI son estrategias o políticas que buscan crear entornos laborales y educativos donde exista equidad e inclusión. Se basan en diferentes objetivos, pero la misión es garantizar que todas las personas tengan las mismas oportunidades, sin importar su origen, identidad o condición. Si bien el concepto DEI es de aparición reciente, ya desde inicios de la década de los 2000 se hablaba de establecer diferentes cuotas frente a la diversidad tanto de raza, como de nacionalidad, de género o de orientación sexual.
Las iniciativas DEI son, sin embargo, controversiales. Desde 2023, se han presentado 81 proyectos de ley contra los DEI que apuntan a los programas de las universidades en 28 estados y en el Congreso, según un recuento del Chronicle of Higher Education recogido por la cadena de noticias CNN, y ocho se han convertido en ley en estados como Texas y Florida.
Elon Musk también se ha mostrado crítico de estos programas porque, según su criterio, son «solo otra palabra para racismo y una vergüenza para cualquiera que la use». Esto va en sintonía con una exigencia del presidente Trump para Harvard, que pide que se reformen los criterios de admisión, eliminando cualquier consideración de raza u origen étnico para basarse en el «mérito».
En junio de 2023, el Tribunal Supremo de EE. UU. dictaminó que las políticas de admisión basadas en la raza, como las acciones afirmativas, son inconstitucionales. Este fallo afectó directamente a instituciones como Harvard, que anteriormente consideraban la raza como uno de los múltiples factores en sus decisiones de admisión. Sin embargo, la universidad continúa valorando las experiencias personales de los solicitantes, incluidas aquellas relacionadas con su identidad.
¿Por qué Trump y Musk quieren eliminar el programa DEI?
La clave del argumento de ambos es que los programas de inclusión fomentan el «racismo a la inversa». En marzo de este año, la Casa Blanca anunciaba que retiraba toda la DEI del Servicio Exterior, ordenando, además, que se restableciera la imparcialidad y la rendición de cuentas en las contrataciones federales, eliminando la DEI en todo el gobierno federal.
Musk, por su parte, sostiene que estas iniciativas imponen una visión ideológica que limita la libertad de pensamiento y expresión, y que priorizan la diversidad superficial sobre otras competencias. Tesla, la empresa de la cual es propietario Elon Musk, ha omitido ya todo el lenguaje relacionado con los trabajadores minoritarios y el acercamiento a las comunidades excluidas durante años.
Respecto al caso de Harvard y otras universidades, Trump ha hecho hincapié en que las instituciones, dentro del marco de eliminar la DEI, deben auditar y supervisar también los programas académicos y departamentos (en particular los de estudios étnicos, estudios de género o estudios de Oriente Medio). La excusa nuevamente vuelve a ser la de evitar el antisemitismo, la discriminación contra ciertos grupos o un enfoque excesivamente ideológico en la enseñanza.