Publicado: marzo 10, 2025, 1:07 pm

El presidente, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, celebrarán este martes una cumbre como líderes de los sectores del PSOE y Sumar para tratar sortear la división en el Gobierno y acercar posiciones sobre el anunciado compromiso de España con el aumento del gasto en defensa.
Este asunto desata ahora mismo el rechazo del socio minoritario del Ejecutivo, que no quiere oír hablar de una subida del presupuesto militar y que, a su vez, tiene a sectores dentro de la propia alianza presionando en contra porque están en absoluta oposición con ir por esa línea. Es tal esa tensión, que Izquierda Unida, que es parte de la coalición Sumar y que tiene a una ministra en el Gabinete de Sánchez, Sira Rego, ha anunciado ya manifestaciones en las calles contra los planes de meter a España en una «espiral belicista».
El encuentro entre Sánchez y Díaz ha sido convocado por la petición expresa de Sumar, informan fuentes gubernamentales. Se anticipa así a la ronda de conversaciones que el presidente emprenderá este jueves en La Moncloa con los portavoces de los grupos parlamentarios, en los que estará también Alberto Núñez Feijóo, líder del PP. Con ellos quiere abordar la situación internacional y su posición al respecto.
El socio minoritario no ha querido ser uno más en esa ronda «de grupos» y ha forzado la convocatoria de dicha reunión para tratar de acercar antes posiciones dentro del propio Gobierno, donde reina la división. Es por eso que Sumar no estará finalmente en ese paseíllo de portavoces por Moncloa, como en un principio estaba previsto.
El portavoz de Sumar y también ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha justificado la cita para «poder debatir» sobre la cuestión del gasto militar «en el seno de la coalición de gobierno» previo a la ronda de Sánchez con los grupos. Hay motivos para ello. Yolanda Díaz, que se ha pronunciado este lunes por primera vez sobre esto, aunque su partido lo hizo ya el viernes, ha sido explícita desde Bruselas al señalar que «no se arregla nada» por «subir el presupuesto militar» y ha rebatido que «el debate no es ése, sino para qué» se aumenta.
La posición de la líder de Sumar todavía no está consensuada dentro de su propia alianza, como ha señalado el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, en una comparecencia de prensa casi en paralelo desde Sevilla. Es por eso que Sumar va a celebrar en las próximas horas una mesa de partidos para intentar consensuar primero una posición común.
Urtasun, que ejerce portavoz del partido de Díaz, ha replicado que esa mesa de partidos ya estaba prevista para discutir sobre el tema pero no ha podido precisar cuándo se celebrará. Sí ha dicho que la vicepresidenta segunda acudirá a la reunión con Sánchez con una «posición compartida con el conjunto del espacio» de Sumar. O sea, que será antes. Ahí hay debate. En Sumar conviven fuerzas históricamente antimilitaristas como IU, que nació como federación en las movilizaciones contra la OTAN, Compromís o Chunta Aragonesista. Por lo que sus posiciones son tajantes en este debate.
Entre tanto, Sumar como alianza de casi quince partidos trata de hacer equilibrios para no ir directamente al choque con el PSOE pero, a fin de cuentas, también está en contra de subir el gasto militar.
Urtasun ha explicado que no comparten que la construcción de una nueva política europea de defensa sea haga a costa de «multiplicar» el presupuesto nacional, como pide la Comisión Europea. En su lugar, señala que la «prioridad» pasa por organizar «mejor» los recursos que actualmente se destinan y buscar una mayor eficiencia.
«La prioridad es que tenemos 27 ejércitos mal coordinados y un gasto ineficiente. Ésta es la prioridad y no la multiplicación de los gastos nacionales en defensa», ha dicho el portavoz en rueda de prensa.
En la explicación más extensa, Urtasun incide en que el debate no tiene que ver con los números, sino con el «modelo». Sumar sí acepta que Europa busque un sistema «autónomo, independiente y disuasorio» que abandone el paraguas de EEUU pero considera que eso se consigue reordenando las piezas y no invirtiendo más.
Así, ha explicado que rechazan que «todo el gasto en materia de defensa» que se quiere aumentar recaiga «en las espaldas de los Estados miembros». «Si en algún momento tuviera que hacerse inversión debería ser a través de recursos nuevos y nunca jamás a partir del recorte de políticas nacionales. Por eso nos preocupa que se ponga el foco del gasto en defensa en los presupuestos nacionales», ha ahondado.
Para Sumar, la «principal disfunción» está en que haya 27 ejércitos «mal coordinados» y sin «capacidades de interoperatividad claras». Lo primero, ha dicho, es construir esa «coordinación e interoperatividad». Y eso no se resuelve, ha recalcado, subiendo el gasto. Es más, lo «puede agravar». «Antes que decir qué volumen de recursos va a destinar [Europa], tiene que decidir qué quiere hacer con el modelo de defensa», ha subrayado.
Podemos al acecho de Sumar
A diferencia de lo que sucedió la pasada legislatura, cuando comenzó la ayuda militar a Ucrania y se fue aumentando el presupuesto de defensa, es que el partido de la izquierda alternativa en el Gobierno, en aquel caso Unidas Podemos, no tenía rivalizando en su mismo espacio político a otra formación nacional. Eso no sucede ahora. Sumar está muy condicionado no sólo internamente, con los partidos que forman parte de su alianza, sino también externamente con Podemos.
Los morados han hecho del rechazo al gasto militar y a dar más ayuda a Ucrania su nueva bandera política y eso estrecha los márgenes de actuación de Sumar, que tiene al acecho a un partido capaz de rentabilizar su más mínima cesión en esto. La reciente encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO cifraba en torno al 62% el rechazo del electorado que votó Sumar en 2023 a subir el gasto militar.
En eso está ahora Podemos, que ha elevado el tono contra Sánchez llamándole «señor de la guerra» y que ha anunciado este lunes una proposición no de ley en el Congreso para que la Cámara se manifieste sobre la obligación de que cualquier incremento del gasto militar sea debatido y aprobado por el Parlamento.
La iniciativa, que podría sonar bien a muchos grupos, contempla también la exigencia de salir de la OTAN y el cierre de bases de EEUU en España. Lo que podría condicionar los apoyos si no se vota por separado. En todo caso, su presentación es garantía de un fogoso debate en el Congreso al respecto.
El PSOE pide «altura de miras»
Desde el PSOE, a su vez, reclaman «altura de miras» a los grupos parlamentarios en general con el argumento de que «nos estamos jugando cosas muy importantes». En concreto sobre las reticencias de Sumar a la subida del gasto, apuntan que los dos socios de coalición están «completamente alineados en lo sustancial», que es que «Europa debe tener un perfil propio y eso requiere reforzar nuestras capacidades y también nuestra autonomía estratégica».
En la dirección de Ferraz defienden que el Gobierno está comprometido con ese incremento de la inversión militar que cuando Pedro Sánchez llegó a La Moncloa no superaba el 1% del PIB. «Se ha aumentado en un 10% desde ese momento y, además, una de las cosas de las que más nos enorgullecemos es que una de las últimas medidas ha sido el aumento en la retribución de la tropa, tan necesario, tan demandado y tan pocas veces escuchado por los gobiernos del PP», ha afirmado la portavoz de la Ejecutiva Federal socialista, Esther Peña.
Lo que se traslada desde el PSOE es que el hecho de que haya que destinar más esfuerzo económico a la seguridad no tiene por qué suponer que haya que «elegir quitar un servicio público o un derecho». «Aquí por suerte hemos aprendido mucho de la crisis de 2008, donde hubo una respuesta neoliberal que sumió a nuestro país y a Europa en un lugar indeseable», sostienen. En este sentido señalan que hay «fórmulas diferentes» como aplicar las mismas medidas que durante la pandemia del Covid, como «la flexibilidad de las reglas fiscales» en la Unión Europea.