Publicado: marzo 8, 2025, 2:39 pm
En una entrevista con France Football, Xavi Hernández ha roto su silencio sobre diferentes temas en torno a su carrera como entrenador, repasando algunos de los «errores» que le llevaron a salir del banquillo del FC Barcelona, así como su perspectiva de futuro, ya que su carrera como técnico no ha acabado.
«Más allá de los títulos, me siento orgulloso de haber confiado en una nueva generación como Fermín López, Lamine Yamal, Pau Cubarsí y Alejandro Balde… que representan el futuro del club», repasó el de Terrassa, destacando algunos de los jugadores que debutaron bajo su mando.
Además, reconoció que las expectativas cuando llegó al club como entrenador eran «muy altas», debido a su historial como jugador y admitió que, para él, el Barça «no es solo un club, es más bien una religión. Estaba profundamente conectado con el Barcelona y a veces eso jugó en mi contra. Quizás fui demasiado emocional, pero esta experiencia fue una verdadera lección», ha reconocido.
Hizo autocrítica al admitir que cometió «algunos errores» en la gestión del día a día. Por ejemplo habló de la marcha de Sergio Busquets y cómo la afrontó: «Eso nos obligó a replantear nuestro estilo de juego, así que opté por un mediocampo con tres jugadores ofensivos, pero no fue siempre efectivo».
Pese a todo, Xavi reivindicó su historial, y el de su equipo técnico, al frente del vestuario azulgrana: «Es muy positivo, porque el club estaba en uno de sus peores periodos de la historia, quizás incluso peor que a principios del milenio».
Con vistas al futuro, Xavi confirmó que quiere volver a entrenar a partir del próximo verano. «Quiero ganar la Champions, la Eurocopa, el Mundial. Estoy abierto. ¿Por qué no entrenar a otro equipo de LaLiga? Busco un proyecto ilusionante. ¿Por qué no hacerse cargo también de una selección nacional?«, se preguntó.
En cuanto a su etapa como jugador, sentenció que, en 2014, después de perder LaLiga en casa y vivir un complicado Mundial con España, pensó en abandonar el Barça y tuvo una oferta del New York City para abandonar el fútbol europeo con 34 años. «Pero Luis Enrique me dijo: ‘Quédate, serás el líder y lo ganaremos todo’. Tuve un año excepcional, el mejor final de carrera que cualquier jugador podría soñar», rememoró.