Publicado: agosto 7, 2025, 12:07 am

El veto a la celebración del rito islámico en espacios públicos promovido por Vox en Jumilla (Murcia), y que salió adelante el pasado lunes apoyado por el Partido Popular a través de una enmienda, apuntala una estrategia que los de Santiago Abascal se empeñan en sacar adelante a nivel nacional.
La medida, según fuentes de la formación, se trata de una «iniciativa nacional», y entronca con el creciente protagonismo del debate migratorio en la conversación pública, algo que en la sede de la calle Bambú se ha visto con buenos ojos. Si bien fue Jumilla el municipio que abrió la veda a la limitación de prácticas religiosas, Vox venía proponiendo con anterioridad iniciativas similares, tanto en otros municipios de la región de Murcia -que el partido rehúsa concretar- como en otras partes del territorio español.
El pasado mes de junio, Vox registró una Proposición No de Ley (PNL) en las Cortes de Castilla y León para prohibir La Fiesta del Cordero, una de las festividades más importantes para los musulmanes. Vox justificó la iniciativa con el objetivo de «proteger las costumbres propias de España y no importar fiestas ajenas». Por el momento, la iniciativa está en stand by, y habría que esperar a la reanudación del periodo de sesiones tras la vuelta de verano, aunque por el momento la configuración de la Cámara regional descarta cualquier probabilidad de que salga adelante.
De forma similar, a finales del mes de junio quedó registrada en las Cortes de Aragón una PNL de Vox que reclamaba la misma prohibición. El líder de la formación en la región, Alejandro Nolasco, justificó la propuesta con el propósito de «defender la identidad española frente a la islamización», tildando la celebración como una «salvajada». También habrá que esperar a la vuelta del verano para conocer el resultado del debate, si bien las previsiones apuntan a que la iniciativa decaiga como ya sucedió en el Ayuntamiento de Zaragoza, cuando Vox llevó al pleno municipal una moción reclamando la suspensión del Programa de Lengua Árabe y Cultura Marroquí, que no salió adelante.
«Jumilla hace historia»
Ha sido la localidad murciana de Jumilla la primera en «hacer historia», tal y como llevó la formación verde a sus redes sociales: «España es y siempre será tierra de raíces cristianas», escribieron.
Su Ayuntamiento aprobó una moción impulsada por Vox que proponía vetar la celebración del rito islámico en espacios públicos, en concreto en instalaciones deportivas municipales, empleadas para el rezo por aquellos que profesan la fe musulmana. El texto justificó su intención al afirmar que estas celebraciones se tratan de «prácticas culturales ajenas a España» e instaba a las autoridades competentes a impedir «la consolidación de prácticas culturales foráneas que no forman parte de la tradición española y que inciden sobre la cohesión social, generando tensiones y conflictos internos, desarraigo y erosión de la identidad nacional».
La enmienda de modificación que presentó el Partido Popular fue el texto que finalmente salió adelante, como adelantó El Confidencial, y si bien omitía seis disposiciones de la moción original, el texto de los populares se centra en las competencias municipales de las instalaciones deportivas, aunque su propuesta de modificación mencionaba también la promoción de «actividades, campañas y propuestas culturales que defiendan nuestra identidad y protejan los valores y manifestaciones religiosas y tradicionales en nuestro país».
De todas formas, el PP retiró las expresiones de la exposición de Vox que podían «dar lugar a interpretaciones que no se ajustan plenamente al marco jurídico vigente». A todos los efectos, la reforma del reglamento para el uso de las instalaciones deportivas municipales aprobada -que salió adelante con los votos a favor del PP; en contra, del PSOE e IU-Podemos-AV, y la abstención de Vox- logra la limitación del rito musulmán que propuso el concejal de Vox y que valoró su aprobación como un objetivo cumplido dentro de las prioridades de la formación en la localidad. Es más, esta era una de sus condiciones para aprobar las cuentas públicas del municipio.
Que Vox presente este tipo de iniciativas en la región de Murcia en concreto no es baladí, pues fue la postura de Vox en materia migratoria -radicalmente opuesta a la del Ejecutivo de Pedro Sánchez-, así como su visión de la política ambiental, una de las piedras angulares de los acuerdos entre las dos formaciones de derechas para desbloquear los presupuestos de la región a principios del pasado junio.
No es el primer caso en el que el PP cede ante los de Santiago Abascal para satisfacer alguna de las condiciones puestas sobre la mesa a cambio de apoyo. Por ejemplo, a principios del pasado mes de julio, Murcia revocó la compra de viviendas destinadas a menores migrantes tras amenazar Vox con dinamitar el acuerdo de cuentas públicas en la región.