Publicado: marzo 22, 2025, 3:57 pm
Mathieu van der Poel ha conquistado este sábado la victoria en la 116ª edición de la clásica Milán-San Remo, primer ‘monumento’ de 2025 y que ha cubierto 289 kilómetros entre las localidades italianas de Pavia y San Remo, tras superar en el sprint final a Filippo Ganna y a Tadej Pogacar, segundo y tercero respectivamente.
Pogacar, campeón del mundo, saltó del grupo de favoritos en la subida a Cipressa, a 25 kilómetros de la meta, y junto a él se escaparon Van der Poel y Ganna. El transalpino parecía quedarse en un nuevo arranque del esloveno en el definitivo ascenso al Poggio, donde solo respondió el nieto de Raymond Poulidor.
Sin embargo, los tres volvieron a unirse a un kilómetro de meta; Pogacar gestionó mal el sprint y Van der Poel, en un arranque de fuerza, reconquistó la ‘Classicissima’, que ya había ganado en 2023. De esta forma, firma la tercera victoria consecutiva del Alpecin-Deceuninck, tomando el relevo de su compañero de equipo, el belga Jasper Philipsen.
En los primeros kilómetros se formó una fuga de ocho unidades que llegó a contar con una ventaja de 5:29 sobre el pelotón a unos 250 kilómetros del final, que el Alpecin-Deceuninck, con el suizo Silvan Dillier llevando la iniciativa, se encargó de desbaratar a medida que avanzaba la cita. Al trabajo del equipo belga se unió posteriormente el de equipos como INEOS Grenadiers, Movistar Team y Decathlon AG2R La Mondiale.
En el Passo del Turchino, a 148 kilómetros de meta, los escapados se empezaron a dejar mucho tiempo -por debajo de los 2:30-, aunque la falta de entendimiento entre el Alpecin-Deceuninck, siempre al frente del pelotón con Dillier, y Lidl-Trek, al que pidieron relevo, les permitió ganar terreno y volver a acumular más de cuatro minutos de ventaja.
INEOS Grenadiers fue el encargado de aumentar el ritmo a 65 kilómetros de meta, y en el Capo Mele la fuga comenzó a romperse, cuando solo dos minutos separaban a los hombres en cabeza del grupo. En Capo Cervo, la distancia era de un minuto y medio, y en Capo Berta solo quedaba el italiano Martin Marcellusi en la escapada.
La Cipressa emergía en el horizonte. Marcellusi fue neutralizado a poco más de 25 kilómetros, cuando Pogacar se decidió a atacar, con Van der Poel y Ganna a su rueda. En el Poggio, el esloveno volvió a soltar su ataque, consciente de que era difícil superar al esprint al italiano y al neerlandés. Van der Poel aguantó su ritmo y Ganna parecía quedarse.
Atacó hasta cuatro veces en el ascenso, pero el nieto de Poulidor resistió. Llegaron juntos hasta la mítica Vía Roma de San Remo, y a falta de un kilómetro se les unió Ganna. En el sprint reducido, triunfó Van der Poel (6:22:53).